Condenado a seis meses de cárcel y a pagar más de 66.000 euros por quemar 557 hectáreas en Asturias

Menos de una semana después de la celebración de las vistas, el juez ha condenado a F. G. Á. como el autor de un delito de incendio forestar por imprudencia grave. Tras esta sentencia, se mantienen las peticiones que el Fiscal solicitaba para el vecino de Tineo, que ha sido condenado a cumplir seis meses de prisión, al pago de una multa de seis meses con cuota diaria de 20 euros, indemnizar al Principado con 6.875,53 euros por el gasto sufrido en la extinción del incendio, y con 55.819 euros por los perjuicios medioambientales. Además, el acusado deberá hacerse cargo del pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación.

Esta resolución, que no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de apelación en el plazo de diez días, reconoce a F. G. Á. como autor de los hechos acontecidos el 15 de octubre de 2017. El acusado circulaba por la zona del Alto de La Marta, en Pola de Allande, lugar al que el acusado había acudido «con el objetivo de dar una vuelta» con su vehículo tipo quad o 'boogie', que no había pasado la ITV y al que le había cambiado la placa por otro vehículo de similares características que sí. Según la acusación, en esta travesía fue cuando el culpable inició el incendio a través de una chispa generada por el motor, arrasando con 557 hectáreas de monte asturiano, generando los acontecimientos que fueron conocidos como 'el día que no amaneció' en Asturias. Esta teoría sería reforzada con la declaración del único testigo presencial, el guarda del coto de caza que realizó la llamada al 112 para solicitar a los bomberos que acudiesen a sofocar el, en aquel momento, pequeño incendio.

Varios informes presentados, tanto por la defensa como por la acusación, han sido claves durante todo el proceso. Por un lado, el informe elaborado por el Seprona tras las correspondientes examinaciones del terreno, un mes después de que tuvieran lugar los hechos, ha sido clave para determinar la dirección del viento y la geografía de la zona. Mediante este, confirman que un chispazo de este vehículo pudo producir el incendio. Sin embargo, un perito realiza otro informe, que es presentado por la defensa, en 2019 en el que se expresa todo lo contrario.

El estado en el que se encontraba el vehículo en el momento en el que se provoca el incendio también causó revuelo. La Guardia Civil comprobó, apenas unos días después, que el vehículo carecía de rejilla antichispas, aunque el tubo de escape sí producía llama, y por ello no descartaron que fuese el origen del fuego. Tras esta revisión, los agentes confirmaron que para este tipo de vehículos esta rejilla no es obligatoria, aunque descubrieron entonces el cambio de matriculas realizado por el acusado. Otro experto que examinó el vehículo en 2019 afirma que este se encuentra en perfectas condiciones.

Tras dos sesiones de juicio, la defensa consideró que su cliente ha sido «un chivo expiatorio» tanto para la Fiscalía como para el Principado, por lo que pidió que se retirasen todos los cargos. Por su parte, la acusación solicitó que se mantuviesen sus peticiones, las que finalmente le han sido impuestas a F. G. Á.

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