«El proyecto de la mina de Salave no dice cuántos empleos actuales se destruirían»

-Hace algo más de una semana el Gobierno regional aceptó la cesión por parte del Ayuntamiento de las parcelas en las que se construirá el nuevo centro de salud del concejo. ¿Qué supone este proyecto?

-La verdad es que el centro actual no reúne las características idóneas ni para los usuarios ni para los profesionales. El servicio de Fisioterapia hace tiempo que se presta en unas instalaciones cedidas en el edificio del centro de día. Creemos que el nuevo espacio mejorará bastante la atención que se presta. El proyecto ya figuraba en el anterior Marco Integral de Jarrio, pero la realidad es que los trámites administrativos respecto a las parcelas se demoraron mucho. Primero, porque están cerca del cementerio y existe un decreto que limita los equipamientos que se pueden solicitar en un área próxima. Y, en segundo lugar, por la propia naturaleza de las parcelas. Aunque ambas provienen de un plan parcial, eran de diferente tipo.

-El nuevo centro sanitario triplicará el tamaño del actual. ¿Se ampliará la cartera de servicios?

-Sin duda es lo que se pretende. Contará con cuatro consultas de enfermería, cuatro de medicina de Atención Primaria, una zona para salud bucodental y otra zona para atención maternal. Además, dispondrá también de una zona de pediatría, tanto de consulta como de enfermería, totalmente separada del resto de servicios. Por supuesto, también tendrá una zona de urgencias y un área para salud comunitaria.

-Precisamente, en materia de salud comunitaria, el Ayuntamiento se vuelca desde hace un par de meses con el proyecto 'Haxa Salú'. ¿Como surgió?

-Esta iniciativa nace como un nuevo enfoque a la Escuela Municipal de Salud y con la intención de favorecer la descentralización. Si bien hay un diagnóstico de la salud del concejo, cada localidad tiene sus propias particularidades. En la escuela municipal se trabajaba la prevención, pero nos parecía que lo mejor era implicar a la población. Parece que cuando te aconseja uno de tus iguales, te llega más.

-¿Qué balance hace de esta puesta en marcha y de esa co-gobernanza sanitaria itinerante, pionera en el occidente?

-El balance es muy positivo. En tan poco tiempo ya surgieron diferentes iniciativas saludables en varios pueblos. Los recursos sanitarios son importantes, pero representan alrededor de un 11% de la salud. Todo lo restante está al alcance de los ayuntamientos, como la prevención y el fomento de los estilos de vida saludables. Los vecinos idearon un 'photocall' en el paseo marítimo, donde las enfermeras tomaban la tensión a quien se comprometiera a caminar durante al menos quince días. También, surgió, en Serantes, la iniciativa de crear un huerto comunitario. Por actividad al aire libre, y por promover el consumo de alimentos de temporada, los huertos son un recursos totalmente saludable.

-¿Se apoyará desde el Ayuntamiento, con recursos, el desarrollo de la iniciativa?

-Ya hemos designado una pequeña parcela. Hay que hacer un pequeño acondicionamiento, pero la idea es que se pueda empezar a cultivar de cara a la primavera. Los vecinos propusieron, además, hacer un calendario con las diferentes tareas que se realizan en el campo a lo largo de un año.

-Al igual que los vecinos, desde el gobierno local de Tapia de Casariego apuestan por la sostenibilidad. ¿Cómo se conjuga esta visión con una explotación aurífera en Salave?

-Es un tema muy conflictivo. Mi posicionamiento personal está mas que claro y, evidentemente, el proyecto político que tenemos para Tapia va ligado a la sostenibilidad. Existe un proceso reglado, en el que el Ayuntamiento de Tapia presentó unas alegaciones al proyecto de explotación de la mina de Salave, basándose en dos aspectos. Por un lado, la explotación aurífera entraría en conflicto con los sectores productivos que hay en la zona. En el proyecto se habla de empleos, pero no se habla de cuántos puestos de trabajo, que a día de hoy son reales, se podrían destruir. En esta línea, también distintos colectivos presentaron alegaciones, como la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado, con quien nos reunimos hace poco. Otra parte importante es que la normativa actual de nuestro Plan General no permite la implantación de un proyecto de este tipo.

-¿Por qué iniciativas sí pasa el futuro de Tapia de Casariego?

-Los proyectos que estamos presentando o están pendientes de financiación nada tienen que ver con una mina de oro. El futuro de Tapia va por otros derroteros. Hace poco, por ejemplo, la empresa local El viejo pescador entró en la marca Alimentos del Paraíso, lo que representa una manera concreta de hacer las cosas. Además, desde el Ayuntamiento hemos presentado dos planes de turismo para mejorar el concejo en este aspecto y potenciar sus recursos. No solo los recursos naturales, sino aquellos ligados a la historia castrense y a esa minería de oro y el ferro en toda la zona de los lagos de Silva y del cargadero de Porcía.