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El director de la Asociación de Mastín Asturiano, con varios ejemplares. Sobre estas líneas, criadores de las razas autóctonas. A la izquierda, concurso de asturcones. FOTOS: CARLOS BERNAL

Las razas autóctonas reivindican su valor

Los criadores advierten en la muestra morfológica de Cangas del Narcea de la falta de relevo y defienden la calidad de estos animales

CARLOS BERNAL

CANGAS DEL NARCEA.

Lunes, 27 de junio 2022, 02:14

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La Federación de Razas Autóctonas Españolas, en colaboración con el Ayuntamiento de Cangas del Narcea, organizó en el recinto ferial de la Imera, en Cangas, un certamen morfológico durante este fin de semana. Allí se pudieron ver ejemplares de las siete razas autóctonas asturianas: asturiana de los valles y asturiana de la montaña, asturcón, la cabra bermeya, la oveya xalda, la pita pinta y el gochu asturcelta. Además, también llevaron mastines asturianos.

El alcalde, José Víctor Rodríguez, elogió el esfuerzo de los ganaderos cangueses y defendió la labor de un sector que «mantiene el territorio, generando empleo con su proyecto vital en la zona rural». Rodríguez aseguró que en las ganaderías de carne canguesas existe relevo generacional: «Los jóvenes se están haciendo cargo de las ganaderías de sus padres, se esta profesionalizando el sector», afirmaba el alcalde. Sin embargo, los ganaderos de las razas autóctonas, y del mastín, reunidos en la Imera lamentaban que no hubiese mas personas interesadas en criar estas especies; actualmente seis de ellas están en peligro de extinción. Junto al alcalde cangués estuvo la directora general de Ganadería y Sanidad Animal, Rocío Huerta, que reivindicó la calidad del producto autóctono de Asturias: «Escenificamos en la Imera la calidad de los animales asturianos».

Tanto el ganadero bovino Ángel Berdasco como el presidente de la asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón, Germán Concheso, además de Iván Blanco, secretario de la asociación de criadores de Gochu Asturcelta, y Gausón Fernández, de la Asociación de Mastín Asturiano, coinciden en que su interés por estas razas transciende lo económico. «Yo crío poni Asturcon porque me gusta el animal, igual que a otras personas le pueden gustar los osos», apuntaba Concheso. Todos ellos confían en que su trabajo no quede en saco roto y se produzca el ansiado relevo generacional.

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