«Revertir la pérdida de población es el reto principal que tiene Vegadeo»

-¿Cómo era conocido el concejo hace doscientos años?

-El concejo se llamaba Vega de Ribadeo, pero no porque hubiese nunca en la historia ninguna vinculación administrativa ni dependencia de Ribadeo. Ribadeo no significa más que riberas del Eo y Vega de Ribadeo era una vega, un prau, unos territorios que estaban al lado, en las riberas del Eo.

-¿Cuándo adopta el nombre actual?

-En 1916 se decide cambiar el nombre por Vegadeo, en parte, para evitar confusiones que se estaban produciendo con el concejo de Ribadeo, no había ninguna dependencia administrativa, no había una relación de pertenencia.

-El occidente asturiano estaba englobado en una única entidad, Castropol. ¿Cuándo logra la independencia?

-Vegadeo pasa a ser un ayuntamiento independiente en 1820. Será durante tres años, hasta 1823. Posteriormente vuelve a integrarse en Castropol pero con una dependencia y autonomía mucho mayor, hasta el punto de que se convierte en la capital.

-Sin embargo, no será de forma definitiva.

-En la década siguiente, en los años treinta del siglo XIX se separan definitivamente hasta la actualidad. En ese momento es Castropol el que se independiza de Vegadeo porque era la capital.

-¿Cómo era la relación entre Castropol, Vegadeo y Ribadeo?

-Había buena vecindad pero había competencia comercial, por los mercados. El mercado de Vegadeo ha perdido su importancia pero históricamente surtía no solo a la comarca, también a buena parte del territorio nacional. Eran miles y miles las docenas de huevos que salían todos los sábados hacia Madrid y Bilbao, por ejemplo.

-Eran territorios que competían entre sí.

-El entorno compite entre sí para los mejores servicios. Esto lo ilustra muy bien la que fue la gran batalla de los tres concejos en el siglo XX, el paso del ferrocarril de la costa (Ferrol-Gijón).Hubo una disputa por cuál debía ser el paso de ese ferrocarril y dónde se construía el puente para que el tren pasase de Galicia a Asturias.

-¿Qué pensaban?

-El tren significaba salir del aislamiento. Creían que el tren iba a dar más posibilidades y que serviría para el desarrollo. La Historia demostrará que no fue así, la automoción se impuso. En aquel momento se consideraba que el paso del tren por las cercanías del pueblo era trascendental para su desarrollo económico, comercial e industrial.

-Finalmente, ¿qué ocurrió?

-La pugna por si se construía lo que sería el Puente de los Santos, hecho muchas décadas más tarde como carretera, o si se hacía el puente del ferrocarril que hay a la entrada de Vegadeo y que fue el que finalmente se hizo, duró décadas.

-¿Qué retos afronta ahora el concejo?

-Revertir la pérdida de población es el reto principal. Vegadeo llegó a ser la sexta población de Asturias por número de habitantes en el siglo XIX, antes del desarrollo de las comarcas mineras. Desde entonces hasta ahora hay un descenso poblacional, desde el punto de vista histórico estamos casi al 50% de la población de hace 200 años. Estamos por debajo de los 4.000 habitantes. Un desequilibrio poblacional que va siendo cada vez más acusado y para el que urge tomar medidas.

-En pocos días conoceremos un nuevo libro sobre la historia del concejo.

-Este nuevo libro se complementa con el anterior, 'Historias de Vegadeo'. Unidos dan una muestra de la historia contemporánea del concejo. Quería que estuviese para final de año con el fin de conmemorar el bicentenario de la primera experiencia del Vegadeo como municipio independiente. Consta de unas 450 páginas y 250 ilustraciones y fotografías.

-¿Qué acontecimientos destacas?

-Hay dos constantes históricas. Una es la lucha por mejorar las comunicaciones. En 1820, la conexión con Galicia solo era posible en barca o dando un rodeo kilométrico para pasar por un puente de piedra en Abres ya que el Puente de Porto se construyó en 1860. La segunda constante es el intento de que las riadas dañen lo menos posible a un concejo edificado, en gran medida, sobre agua. El centro de Vegadeo era poco más que un embarcadero. Se fue ganando espacio al agua y cada cierto tiempo trata de recuperar el espacio que era suyo.