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Llegada de la pareja de bueyes del empresario de Navelgas Raúl Menéndez a los lagos de Somiedo, donde se celebró la XII Romería de la Trashumancia.

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Llegada de la pareja de bueyes del empresario de Navelgas Raúl Menéndez a los lagos de Somiedo, donde se celebró la XII Romería de la Trashumancia. FOTOS: C. BERNAL

«Esta romería es un homenaje a la trashumancia de merinas en Somiedo»

La tradicional romería reivindicó el pasado compartido y defendió la necesidad de limpiar los caminos de montaña usados por los pastores

CARLOS BERNAL

SOMIEDO.

Domingo, 18 de septiembre 2022, 10:52

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Cuando sus tierras amarilleaban, los pastores castellanos y extremeños emigraban con sus rebaños de ovejas merinas a los verdes praos de los lagos de Somiedo. La trashumancia de ovejas merinas, de larga distancia, comenzó en la Edad Media y no se extinguiría hasta el siglo XX.

Ayer, dos centenares de personas se acercaron -andando, en bicicleta, en coche y hasta en caballo- a este enclave, situado a 1.600 metros de altitud, y reivindicaron las tradiciones musicales y gastronómicas que acompañaron en las brañas y teitos somedanos a los trashumantes.

«El investigador Rodríguez Pascual afirma que a mediados del siglo XX hasta León y Asturias llegaban unas 135.000 ovejas», explicó el pregonero de la romería, el profesor de la universidad de Oviedo Xosé Antón González Riaño. Este somedano intercaló en su pregón los recuerdos de su infancia con sus conocimientos de la cultura trashumante: «Mi padre me hablaba de los rebaños de merinas y de la lealtad de los mastines que con ellas venían, de los pastores extremeños que enamoraban a las somedanas... El cantar anónimo que interpretó el folclorista Joaquín Díaz lo dejó bien claro: 'Ya se van los pastores, ya se van marchando, más de cuatro zagalas quedan llorando'». El también presidente de la Academia de la Llingua reivindicó en su discurso la toponimia original de los pueblos somedanos, la limpieza de los caminos de montaña que utilizaron los trashumantes y hasta la mejora de la señal de televisión en el concejo, no se olvidó de mencionar a los vaqueiros, trashumantes también, aunque en distancias más cortas. «La fascinación que representaba para mi de niño ver pasar a los mozos vaqueiros con los caballos...», recordó Riaño.

Antes del pregón, se nombró pastor mayor al escritor Ángel Rodríguez y, después, cantaron tonada los somedanos Cesar de La Rebollada, Álvaro de Villaux y Alfonso de Santullano junto al gaitero Sergio Menéndez. Mientras tanto, los cangueses José Manuel Poncheso y María Isabel Rodríguez ahumaban las paletas de cordero, atravesadas con estacas, junto al fuego y los parrilleros de la empresa 'Somiedo Recursos Naturales', organizador junto al Ayuntamiento de Somiedo del evento, cocían las costillas de cerdo. La demás gente hacía tiempo charlando, jugando a las cartas, comiendo empanada y bebiendo culines de sidra. El empresario Raúl Menéndez y el escultor César Castaño vinieron al festejo con una pareja de bueyes desde su pueblo, Navelgas.

«Somiedo fue homenajeado en la fiesta de La Caridad de Navelgas, qué menos que venir nosotros a su romería», indicó el escultor. El ingeniero de minas Casimiro Avelino, original de Salencia, localidad a escasos kilómetros de donde se celebró la romería, evocó la época que venían los trashumantes castellanos y extremeños: «Cuando rompía una pata alguna oveja, el pastor hacía un caldereta que compartía con el pueblo». El de Saliencia, ya jubilado, destacaba asimismo el bien que hacía ese ganado ovino a la montaña somedana: «Las ovejas tienen unos dientes como unas pinzas de depilar, se comen hasta la última mala hierba».

La comida fue amenizada por Álex y su acordeón. La tarde transcurrió entre música y bailes. «Esta romería es un homenaje a la trashumancia de las merinas en Somiedo», concluyó el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández.

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