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En el centro, Pura y su marido Antón, dos de los fundadores de La Nueva Allandesa, con familiares. D. S. F.
Sesenta años de pote de berzas en La Nueva Allandesa

Sesenta años de pote de berzas en La Nueva Allandesa

1.340 personas acompañaron a la afamada familia hostelera en una cena celebrada en el recinto ferial de Pola de Allande | Su última aventura empresarial es un negocio de catering que «nos ha servido para abrir nuevas fronteras»

DAVID SUÁREZ FUENTE

POLA DE ALLANDE.

Lunes, 23 de octubre 2017, 06:07

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Sesenta años alimentando emociones. El restaurante La Nueva Allandesa celebró este fin de semana seis décadas de trayectoria y reconocido prestigio que comenzaron allá por 1957, cuando los hermanos Pura y Rafael Fernández, junto a sus respectivos cónyuges, se hicieron cargo de la hasta entonces conocida como La Nueva Fonda. El negocio fue comprado por José González, tío de Pura y Rafael, quien exigió a sus sobrinos «tener un plato estrella, en este caso el pote de berzas, que perdurase durante años», explicó Gelina Fernández, nieta de los fundadores.

La Allandesa, como es conocido en toda la región, engloba, además de la casa de comidas, un hotel, una cafetería y un negocio catering que han puesto en marcha recientemente y que «nos ha servido para abrir nuevas fronteras y formas de trabajar», aseguraron los propietarios.

Entre los platos míticos de La Allandesa, además del pote, están el repollo o el puding de verduras, una receta que Encarna Fernández, mujer de Rafael, trajo de Madrid. «Es un plato que conoció en el hospital, estando ingresada», explicó su nieta, Gelina Fernández.

Con motivo de su 60 cumpleaños, el restaurante acogió una gala en la que se dio cuenta de la evolución de este negocio familiar y se entregaron a sus artífices varios regalos. Entre ellos, una figura de la fachada de la Casa Consistorial -entregada por el Ayuntamiento de Allande-, un cuadro de Manolo García Linares -sufragado por más de 350 vecinos- y un reloj que lucirá en uno de los comedores del restaurante.

Después, 1.340 se dieron cita en el recinto ferial para disfrutar de una cena en la que, como no podía ser de otra manera, se pudo degustar alguno de los manjares de La Allandesa. Entre los asistentes hubo amigos y vecinos -el concejo cuenta con un censo de 1.766 personas, según los últimos datos del INE-, pero también clientes de toda la vida que siguen acudiendo año a año a Pola de Allande para sentarse a la mesa de uno de los restaurantes más afamados de la región.

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