Somiedo estudia dotar de nuevos usos a los teitos para evitar su desaparición
De propiedad privada y repartidos por el concejo, los técnicos proponen priorizar los conjuntos de brañas concretas y a quienes los conservan
BELÉN G. HIDALGO
SOMIEDO.
Domingo, 1 de diciembre 2019, 01:20
«Los teitos están irremediablemente condenados a desaparecer si no se utilizan». Fue una de las conclusiones de las primeras jornadas de estudio sobre los teitos promovidas por la asociación Teito Natural Roof, que nació para garantizar su conservación. En Somiedo se documentaron 700 construcciones de cobertura vegetal, de las que 300 eran teitos. «Son construcciones privadas que necesitan un mantenimiento todos los años. Se hizo un plan director en 2010 muy ambicioso y presupuestado en 6,3 millones de euros », apuntó el alcalde, Belarmino Fernández, que entiende que dicha actuación sería a medio-largo plazo e implicaría financiación estatal y europea.
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Sin embargo, para el etnógrafo Armando Graña «no es una cuestión de dinero, sino de sensibilidad. Es un milagro que existan teitos en Somiedo», afirmó para reiterar la necesidad de ir más allá de las subvenciones. En este sentido, el director del Museo del Pueblo de Asturias, Juaco López, apuntó que entre 1986 y 2009 Somiedo recibió 1,3 millones para conservar los teitos, que sufren las consecuencias de la despoblación del medio rural y el desuso. Ahora, el Principado busca «alinear las administraciones con los paisanos», señaló el diputado regional Ricardo Suárez, que reconoció «un exceso de normativa» y la urgencia de «un plan con todas las soluciones, públicas y privadas». Sin desvincular el uso original, una propuesta a estudiar pasaría por vincular las ayudas a la ganadería extensiva, como la PAC, a la conservación de los teitos. En definitiva, 'premiar' a quienes lo conservan. «El paisano agradece que le ayuden, aunque sea algo simbólico».
«Para conservar hay que seleccionar», enfatizó López. En este sentido, se propuso la opción de centrar la actuación en conjuntos de teitos ubicados en brañas concretas como las de Pornacal o Mumián. Otra de las líneas de actuación apuesta por dotar a los teitos de nuevos usos, desde la musealización a alternativas vinculadas al turismo. «Hay que darle una vuelta», instó López, que destacó el valor arquitectónico de los teitos. «Hay que venderlos como el cénit de una arquitectura perfecta, sostenible. No simbolizan lo arcaico».
En Somiedo, la normativa urbanística considera los teitos como cabañas de uso ganadero, pero la regulación del parque natural, según su director, Luis Fernando Alonso, no regula la pernoctación. Cabría estudiar su potencial como recurso para el turismo de experiencias, «que mantenga el uso tradicional y permita pernoctar», instó Suárez. Se podría convertir en refugio, optar por la letrinas secas o promover el vivac. «Quizás no exista una solución, sino tantas como teitos», concluyó Alonso.
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