«Somos ocho policías para 300 víctimas»

Dice no ser un experto porque lleva tres meses en el cargo, pero el jefe de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de Gijón tiene las cosas muy claras. Mario Busto asegura que «la respuesta que recibe ahora una víctima no tiene nada que ver con la que recibía antes de 2004», cuando entró en vigor la Ley Integral de Violencia. «A ningún policía le tiembla el pulso para detener a un agresor», afirma, a la vez que ensalza el trabajo de los agentes encargados de la protección directa. «En Gijón hay cuatro funcionarios de la Policía Nacional y otros cuatro de la Local. Para más de 300 órdenes de protección. Están con el teléfono activo las 24 horas».

Una labor «estresante», reconoce, por lo que pide «más medios y coordinación» entre todos los integrantes del sistema de protección. Una protección que, asegura, comienza ya en la Comisaría: «A las mujeres se les dice que es muy importante contar con una asistencia letrada especializada» y se les ayuda «a contextualizar la denuncia. Que no cuenten solo el hecho puntual que las ha llevado a denunciar».