Ocho reivindicaciones feministas para caminar juntas hacia la igualdad
Asociaciones asturianas apuntan el foco directamente hacia los temas que marcan la agenda del próximo 8M
JESSICA M. PUGA
GIJÓN.
Viernes, 4 de marzo 2022, 01:18
Todos los días son de reivindicación para el movimiento feminista, pero el 8M refuerza la tarea. «Es una de las dos fechas potentes que tenemos para conmemorar los avances que vamos consiguiendo y reclamar lo que falta», resume la presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas de Asturias, Blanca Esther Aranda. En la lista, asuntos acuciantes como la trata, el acoso, la precariedad laboral, la vulnerabilidad de las migrantes y, este año también, la de las mujeres ucranianas. Ocho asociaciones apuntan el foco directamente hacia los temas que marcan la agenda.
1. Caminar sin miedo
El asunto está sobre la mesa, y que se hable de ello es un primer paso para poder dejar de hacerlo, pero «medidas y resultados en la vida real hay pocos», valora Lucía Lobato, de Mujeres Jóvenes de Asturias (Mujoas). Ha llegado a la televisión y el cine, «y es bueno porque el mensaje se dirige a los jóvenes», celebra Esther González. Sin embargo, «la violencia sexual, sobre todo en la noche, sigue siendo uno de los problemas actuales más graves», lamenta Natalia Montes, que resume: «Lo que queremos no es más que poder caminar tranquilas por la calle». Sin que excusas como la fiesta, el alcohol o la vestimenta inclinen la balanza. Tampoco la social.
2. Sin fronteras
Los logros del feminismo no son uniformes para todas. «Hay un sesgo hacia las inmigrantes», valora Mel Olascuaga, de AMA Asturies, que enumera la falta de derecho a la sanidad, al trabajo, ser una mano de obra invisibilizada y la creencia de que su cuerpo tiene un valor inferior, y señala el silencio como un problema «doblemente presente». «Tenemos que desaprender todo aquello que nos decían normal para seguir avanzando», aboga Raquel Díaz, quien defiende un feminismo antirracista.
3. Retroceso armado
Los conflictos armados obligan a un alto en el camino de la igualdad, y la solución pasa «por no dejar de hacer políticas al respecto», asegura Blanca Esther Aranda haciendo hincapié en Ucrania, «porque en el momento en que se dejan de hacer, aplicar y dotar de presupuesto, las mujeres retrocedemos».
En España, la emergencia sanitaria de los últimos años las ha condicionado: «No es que se hayan dejado atrás, pero el foco ha estado, como es entendible, sobre la política de salud pública», resume.
4. Precariedad laboral
Las cuidadoras domésticas estuvieron en el centro de las reivindicaciones el pasado 8M y vuelven a estarlo este. «Es necesario que se las escuche y ayude, más una sociedad envejecida como la nuestra», apunta Blanca Cañedo, quien apunta también la mejor forma de hacerlo: dándoles derechos laborales. «No conseguimos avances al respecto, no tienen ni contratos laborales ni, por tanto, derechos. No pueden disponer de paro y como muchas son extranjeras ni siquiera pueden exigir», enumera la que califica de problemática de hondo calado.
5. Nacer en igualdad
Mil Voces Violetas centra el objetivo en la educación de los más pequeños de la casa, tanto la que reciben en sus casas como la de los colegios. Por suerte, dicen, ellos ya no parten de cero y a muy corta edad ya tienen discursos y razonamientos que hace unos pocos años parecían impensables. «Yo trabajo con niños y niñas de entre 2 y 9 años y el cambio de mentalidad se ve en sus respuestas; el otro día, un chico levantó el vestido a una compañera y ella le respondió que le estaba faltando al respeto. Me alegra mucho que haya cambiado el discurso porque respetar es un gran avance», expone Alba Ortiz de Guinea. Lo que lamenta su compañera de Mil Voces Violetas Irati Pires Idarreta es que el movimiento feminista no mantenga el ritmo de crecimiento que tuvo hace unos cuatro o cinco años. «Veo cómo, a medida que crece la aguja de la extrema derecha, retrocedemos. Antes decías que eras feminista y había un sentimiento compartido y entendimiento, y en cambio ahora llega a verse como una excusa para no tener que cocinar en casa. Es una lástima que se malentienda», explica.
6. Brecha digital
La igualdad de oportunidades implica a muchos campos, también a las nuevas tecnologías. Lo explica Pepa López, de 8M, en tanto «las personas mayores no tienen conocimientos y, muchas veces, tampoco posibilidad de acceso». Lo que se vuelve discriminatorio y especialmente problemático en estos tiempos en los que a cualquier gestión y hasta al trabajo y a la educación se accede 'on line'. «Habría que facilitar formación a las mujeres de más edad», espera López, quien también hace referencia a otros campos digitales donde «no hay igualdad».
7.Suelos pegajosos
«No se puede acabar con la desigualdad si no se acaba con el empleo precario», expone Ana Isabel Álvarez, del Fórum de Política Feminista, que aboga por mirar a los techos de cristal, pero también a los suelos pegajosos porque a muchas «aun teniendo trabajo, les es muy difícil llegar a fin de mes», lamenta.
8. No somos objetos
«No podemos permitir que, en pleno siglo XXI, se pague para tener relaciones pagadas, que no dejan de ser violaciones. No nos deben vender ni comprar ni alquilar», resume su mensaje Begoña Piñero, de la Tertulia Feminista les Comadres, que desea que las nuevas generaciones «aprendan a vivir en igualdad» y entiendan que «lo que dicen ellas tiene el mismo valor que lo de ellos».