A caballo y sin miedo al agua

La lluviosa mañana de ayer no metió el miedo en el cuerpo a los 85 jinetes que, convocados por la Asociación Ecuestre de Ribadedeva, participaron en una marcha equina de 35 kilómetros pasando El Peral, La Franca, Sierra Plana, Tresgrandas, La Borbolla, el Molino del Redondal, Boquerizo, Bojes, Noriega y Villanueva para regresar a El Peral, donde los actos posteriores se desarrollaron en la gran finca de La Sorropia. Había más de 120 jinetes inscritos pero unos 40, la mayor parte vecinos de la comarca cántabra de Liébana, no se presentaron en la salida ahuyentados por el agua que desde el cielo jarreaba de forma insistente a primeras horas de la mañana. Y siguió cayendo hasta casi las tres de la tarde.

La concentración estaba organizada por la Asociación Ecuestre de Ribadedeva, un colectivo de aficionados al caballo gestionado por Manuel Roiz Junco 'Manolito', Gelo Berbes y Marco Pantojo. Colaboraba en el evento el Ayuntamiento de Ribadedeva.

En el raid tomaron parte jinetes y caballos de casi todos los concejos de la comarca oriental asturiana y otros llegados desde tierras de la limítrofe Cantabria. No faltaron Claudio Aramburu y Eloína Fernández, propietarios de la cuadra 'Caballos del Deva', ubicada en Unquera, que se presentaron en El Peral con nueve jóvenes jinetes que reciben formación en dicho centro ecuestre.

Al término de la marcha, Manuel Roiz comentó que la concentración se había desarrollado «sin incidentes y con gran camaradería». Matizó que el espíritu del encuentro era «pasarlo bien» y adelantó que «a partir del lunes ya iremos preparando la cita ecuestre de 2015 porque esto nació el año pasado con vocación de continuidad».

Al finalizar la peregrinación por tierras de Ribadedeva y Llanes, superadas las 18 horas, se celebró en La Sorropia una exhibición de doma a cargo de Maikel Martín, profesor de la Escuela de Equitación y Doma de Reocín. Seguidamente tuvo lugar una multitudinaria carrera de cintas a caballo, con un precio de inscripción de 10 euros, y todo lo recaudado se destinaba para premios.

Mientras tanto, varios cocineros aficionados, a las órdenes de Javi Cueli, prepararon más de una docena de tortillas españolas para cuya elaboración los organizadores aportaron todos los ingredientes, incluido el fuego. Y Manolín 'el de la Estación' elaboró nueve ollas ferroviaria, ese sabroso guiso que lleva sucesivas capas de patatas y costillas.