Adiós al indiano llanisco que conquistó México

Efectivamente, Ramón Collado emigró a México siendo un adolescente y en el avión conoció a Carmen Mocelo, hija de un acaudalado empresario español, de origen gallego, con la que pasados los años contraería matrimonio. Collado gestionó infinidad de empresas en el país azteca, dedicadas a los sectores hostelero, financiero, de servicios y farmacéutico, entre otros, pero su gran obra fue la de haber sido fundador de Collado y Asociados, un prestigioso gabinete de abogados en el que figuran sus hijos Julia, Juan Ramón y Antonio. Ese bufete presta servicios a las personas más influyentes de México, fundamentalmente políticos, entre los que destaca el expresidente Carlos Salinas de Gortari.

Eso sí, en Llanes no logró cumplir el sueño de todo indiano. El Ayuntamiento le negó licencia municipal para rehabilitar la casa de sus antepasados, el Zape. Aquel PGO fue anulado y la vivienda está ahora en ruinas.

La peculiar esquela mortuoria que anuncia su funeral sirvió a sus familiares como epístola de emotiva despedida. En ella le dicen: «Aya Ramonín el del Zape, gracias por todos tus detalles, por tu generosidad, por tus sabios consejos y por demostrarnos que en la vida se lucha hasta el final». Y se despiden confirmando que «siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestros corazones. Siempre adelante, Asturias, Patria Querida».

Hasta el presidente de la república de México, Enrique Peña Nieto, envió a «su apreciable familia» las «más sentidas condolencias» por el fallecimiento de José Ramón Collado Amieva.

La popular actriz mexicana Yadhira Carrillo, esposa de Juan Ramón Collado, el hijo del difunto, fue la primera en dar a conocer el fallecimiento de su suegro a través de las redes sociales. No ahorró en epítetos y le calificó como «enorme padre, esposo, hijo y abuelo, ser humano de oro, asturiano valiente, toro de lidia, recto, cabal, generoso, honorable con palabra de honor, de inteligencia privilegiada y mano amiga para los más necesitados».