«Esperamos que este proyecto sea el definitivo porque necesitamos ese puente»

Los parragueses están ansiosos por ver el nuevo puente de Arriondas. En la villa no se habla de otra cosa, pues a la notable necesidad de contar con una infraestructura más amplia y segura se suma el llamativo diseño elegido por el Principado, sin los pilares centrales y con una acera de cristal.

Este último detalle es uno de los que más comentarios está suscitando entre la sociedad parraguesa, a la que no termina de convencer. Otro de los aspectos que más preocupan, y sobre el que de momento las administraciones no concretaron nada, es la solución que se va a dar al tráfico durante el tiempo en el que el actual puente se haya derribado y no esté abierto el nuevo. No obstante, el sentir mayoritario es de ilusión por ver que una histórica petición está cada vez más cerca de hacerse realidad.

«Es muy buena noticia que al final se vayan a hacer unas buenas aceras, porque yo vengo todos los días a pasear por aquí y está muy mal», aseveraba Carlos Canteli mientras atravesaba el puente Emilio Llamedo. Y a lo pies del mismo su paisano Javier Herraiz reconocía que «la obra hace mucha falta porque ahora está muy estrecho». «Tal y como está ahora no es seguro y ya cruzarlo en bici es como comprar una papeleta para tener un accidente». recalcaba por su parte José María Ramos, 'Pepito', si bien reconocía que «lo único que no veo muy claro es lo de hacer una acera de cristal, que tendría más sentido en un sitio con mayor altura, que da más impresión».

En términos similares se expresaba la presidenta de los comerciantes de Arriondas, Fidelia Fernández, quien reconocía que la citada acera «está siendo protagonista de conversaciones y mensajes». Eso sí, recalcó, se trata de un detalle secundario, pues lo principal es que «estábamos esperando como agua de mayo el tener un puente más ancho y seguro, y si es atractivo, mejor». Los vecinos de la villa, pero también los del resto del concejo y quienes suelen acudir a menudo, agregó, llevan «muchos años» aguardando esta obra, por lo que «esperamos que este proyecto sea el definitivo, porque necesitamos ese puente».

En relación a los problemas de tráfico que los trabajos puedan ocasionar, Fernández confía en que los usuarios de la vida sean comprensivos. «Siempre que haces una obra para mejorar conlleva este tipo de inconvenientes, es inevitable», apuntó. Y desde el Café Español, Fernando Fondón abogaba por que se aproveche la actuación para dotar a la entrada de Arriondas desde Piloña de «una rotonda que facilite el acceso y permita, por ejemplo, que las ambulancias entren directamente al hospital sin tener que atravesar toda la villa».

Acostumbrado a ver a diario el puente desde su local, el hostelero reconocía que el diseño es «llamativo» y confiaba en que «ya que llevamos tanto tiempo esperando, el nuevo puente cuente también con una buena iluminación», en referencia a las quejas vecinales acerca de la actual falta de farolas.

También encantado con la noticia se mostraba ayer el presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), Juan Manuel Feliz, por el componente que el puente Emilio Llamedo, punto de salida, tiene con la prueba. «Además de ser necesario, porque ahora es un peligro con las aceras tan estrechas y unas barandillas que están que se caen, es estupendo que tuvieran en cuenta el Descenso tanto para hacer un diseño especial como para evitar que las obras impidan celebrar los tradicionales actos», recalcó.

El nuevo puente también permitirá la creación de un carril bici de dos metros en la acera de aguas arriba, algo que muchos vecinos aplauden pero que para otros no tiene sentido si no se le da continuidad. «No es lógico venir por carretera y poner un trozo de carril que luego no sigue, para eso es mejor que se garanticen carriles bien anchos de forma que vayamos seguros», apuntaba el aficionado al ciclismo Carlos Cueto.

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