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La carpa de la plaza del Ganado, en Infiesto, se llenó de público en la 47 edición del Festival de la Avellana.

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La carpa de la plaza del Ganado, en Infiesto, se llenó de público en la 47 edición del Festival de la Avellana. FOTOS: NEL ACEBAL

La avellana, el «futuro» de Piloña

El festival agotó más de tres toneladas de fruto, puesto a la venta por 64 cosecheros | El premio a la calidad recayó en el concejo de Amieva, mientras que los piloñeses ganaron en la modalidad de mejor plantación

ENRIQUE CARBALLEIRA

INFIESTO.

Lunes, 8 de octubre 2018, 01:02

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El 47 Festival de la Avellana de Infiesto cumplió con la tradición y ofreció ayer un programa lleno de sabor asturiano. Se festejó la vigencia de un cultivo que, aunque no atraviesa su mejor momento a causa de los problemas que acosan al medio rural, tiene futuro, como dejó claro en su pregón el economista Ángel Cardín Toraño. Si bien las primeras horas de la mañana fueron tranquilas en la capital piloñesa, el público acabó abarrotando el recinto ferial y la calle Covadonga, donde se instaló el gran mercado para todo tipo de productos. Antes de las dos de la tarde, tras el pregón y la entrega de premios, algunas mesas de venta del fruto comenzaban a quedar vacías, a pesar de que este año el precio aumentó hasta los siete euros por kilo, tras permanecer estable en seis desde 2015. Los cálculos apuntan a que los 64 inscritos vendieron más de tres toneladas de avellana. La presencia intermitente de la lluvia hizo que la asistencia se retrasase pero finalmente se constató que el de ayer fue un multitudinario certamen.

El reconocimiento a la mejor avellana de este año recayó en una productora ajena a Piloña. La plantación de Candi Priede González, de Amieva, se llevó ese premio a la calidad de su producto. Las siguientes dos menciones a la calidad sí se quedaron en el municipio anfitrión, gracias a los cosecheros Alberto Luarca, de El Pedrosu en Espinaréu, y Anselmo Forcelledo, de Riofabar. También en Piloña se quedó el premio a la mejor plantación: fue la de Josefa Ávila Corte, de Porciles. El cosechero más joven fue Silverio Canto Esteban, de Espinaréu, y el de mayor edad, José Cardín, de la misma localidad.

El premio a la mejor presentación correspondió a José Faza. La repostería también contó con unas deliciosas preparaciones, muy bien valoradas por el jurado. El vencedor en la categoría casera fue Jaime Fernández, mientras que Capiquera, de Ceceda, se llevó el premio industrial. Los galardones en artesanía fueron para Rosa Abel Parajón Longo, en arquitectura; Evelina Tuero Alonso, en cerámica, cuero y manualidades; Marianela Díaz Sariego, en originalidades; Valentín Santos Vena, en talla; y Gonzalo Llerandi, en artesanía.

Crear una comarca avellanera

El pregón de Ángel Cardín analizó aspectos del cultivo de avellana desde un punto de vista técnico. Hizo hincapié en la importancia que el fruto tiene hoy en día, especialmente para el sector repostero, tanto tradicional como industrial, invitando a los piloñeses a que vuelvan a apostar por este cultivo con el objetivo de recuperar parte de la importancia que tuvo antaño. Recordó la industria avellanera que su tío abuelo, Luis Cardín, gestionó en el concejo y que llegó a exportar «entre 400 y 600 mil kilogramos anuales». Actualmente el precio del fruto está en manos de los mercados mundiales, pero recuerda que los reposteros asturianos aún consumen 20 toneladas anuales, para diferentes productos. «A mi muchos me preguntan por la avellana del concejo, porque estarían encantados de comprarla aquí», señaló. Para mejorar esa producción desgranó varias iniciativas que pasarían por más subvenciones, cursillos, inventario de fincas o más organización entre los productores. Otra idea sería «la creación de la Comarca de la Avellana, que agruparía a los concejos más productores» y finalizó pidiendo a los presentes que no perdiesen la esperanza, porque «la avellana es el futuro».

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