Borrar
Melchor fue el primero de los tres reyes en aparecer en la cabalgata de Llanes, y lo hizo a bordo de una carroza dorada y precedido por la Estrella de Belén.

Ver fotos

Melchor fue el primero de los tres reyes en aparecer en la cabalgata de Llanes, y lo hizo a bordo de una carroza dorada y precedido por la Estrella de Belén. NEL ACEBAL

Calor humano para Sus Majestades

Miles de niños y mayores desafiaron al frío para acudir a las cabalgatas de la comarca | En Llanes los monarcas llegaron por mar y tras la cabalgata mostraron su magia desapareciendo del balcón consistorial para aparecer en el Casino

LUCÍA RAMOS

LLANES.

Domingo, 6 de enero 2019, 02:09

Comenta

Hace falta mucho más que frío para acabar con el enorme cariño que los niños del Oriente sienten por los Reyes Magos. Los más pequeños de cada casa llevaban todo un año esperando por el momento en que pudieran ver y saludar a Sus Majestades y, pese a que las bajas temperaturas no animaban a salir de casa, no faltaron a su cita. Una de las bienvenidas más concurridas fue la que se dio a los tres personajes en la capital llanisca, en cuyo puerto deportivo ya aguantaban, estoicas, cientos de familias varios minutos antes de la hora acordada. Con un bello anochecer de fondo y a bordo de una lancha, Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron acto de presencia pasadas las seis de la tarde en la ría, para desembarcar en uno de los pantalanes. Acto seguido recorrieron el paseo que discurre junto al puerto, deteniéndose a saludar, charlar y hacerse fotos con todos los niños que, a voz en grito, les requerían.

Tras entrar a comprar unos regalos de última hora en la veterana tienda de 'El Siglo', Sus Majestades de Oriente se dirigieron a la zona escolar de Llanes para subirse en sus imponentes carrozas, dando comienzo la gran cabalgata en torno a las siete de la tarde. Abrían la marcha los niños de la Bandina del Llacín, tañendo sus tambores, seguidos del centurión y sus soldados romanos. Tras ellos caminaban María y José, quienes se dirigían la portal, donde más tarde recibirían a los Reyes Magos, que acudieron a adorar a Jesús. Un grupo de pajes lanzando caramelos y regalando pequeños juguetes a los niños anunciaba la llegada del emisario de Sus Majestades, el príncipe Aliatar, con su gran buzón real. A continuación, y a bordo de una enorme carroza dorada precedida por la Estrella de Belén, llegó Melchor, reconocible por su barba y melena blancas, y uno de los más queridos por los niños. Tras él, en una carroza naranja como sus cabellos, apareció Gaspar, quien llevaba consigo una enorme lámpara de oro. Finalmente, sobre una imponente carroza azul dominada por una auténtica esfinge egipcia hizo su aparición Baltasar, sonriente, como siempre. Al paso de todos ellos la calle principal de la capital llanisca quedó bañada por una lluvia de confeti.

En la misma Casa Consistorial aguardaron el alcalde y los concejales de Llanes a que los Reyes Magos finalizaran su paseo por la villa para recibirlos con todos los honores. Los monarcas no dudaron en asomarse al balcón para dedicar unas palabras a sus numerosos admiradores, a quienes preguntaron si se habían portado bien a lo largo del año. La respuesta, como cabía esperar, fue un atronador '¡Sí!' que pareció convencer a Sus Majestades, pues aseveraron que «este año no trajimos carbón, pues no nos hizo falta, ya que en Llanes nos consta que todos los niños fueron muy buenos».

Melchor, Gaspar y Baltasar reconocieron que el viaje hasta Asturias «fue muy largo y cansado», si bien aseveraron que les esperaba «una noche especial y de mucho trabajo» y prometieron emplearse a fondo para no defraudar a los niños de la región. Eso sí, les pidieron que les dejaran «algo de comer y beber» para hacer frente al cansancio y, sobre todo, al tremendo frío. Finalmente, animaron a los pequeños a seguir estudiando y portándose bien. «Haced caso a vuestros padres», recalcaron.

Para despedirse, aunque solo temporalmente, ya que tras la cabalgata estuvieron recibiendo a los niños en la basílica de Llanes, los monarcas hicieron una demostración de la magia que les permite recorrer todos los hogares españoles en una sola noche. Para asombro de grandes y pequeños, los tres personajes desaparecieron del balcón del Ayuntamiento para aparecer, solo un segundo después, en el del Casino, repitiendo acto seguido la operación a la inversa.

«La de Llanes es la mejor cabalgata», aseveraron, convencidos, los hermanos Borja y Leire Llaca, de Poo, de doce y ocho años. Ambos aseguraron haberse portado «muy bien» a lo largo del pasado año y confiaron, por tanto, en que los Reyes Magos se portasen y les trajesen todo lo que pidieron. Entre otras cosas, un teléfono móvil para Borja y un Nenuco Merienditas para Leire. También acudió al desfile Alejandro Villegas, de siete años y vecino de Villasevil de Toranzo, en Cantabria. «Me dijeron que tengo cara de haberme portado bien, así que creo que me traerán lo que quiero», relató.

Por su parte, Pablo Borrego, de doce años y fan declarado de Gaspar, reconoció que, «aunque durante la mayor parte del año fui bueno, en la última semana, que estuve con mis primos, hice alguna travesura». Aún así, esperaba encontrar por la mañana todos los juguetes que pidió. Lo mismo sucedía con su hermana, Ana, de ocho años, a quien su preferido, Melchor, conminó a acostarse pronto. Por su parte, la madrileña de nueve años Eva Gosálvez se mostró convencida de que su querido Baltasar le regalará la muñeca arqueóloga que le pidió.

Pero la capital llanisca no fue la única localidad que ayer visitaron los Reyes Magos, quienes hicieron un completo recorrido por la comarca, pasando prácticamente por todos sus concejos. Así, tanto a Ribadesella como a Lastres llegaron en barco, para posteriormente visitar a ancianos y niños en esta segunda villa. También se les pudo ver en las cabalgatas de Infiesto, donde estuvieron acompañados por los trabajadores de Correos; Villamayor; Sevares; Colombres (Ribadedeva), desde cuyo balcón consistorial ofrecieron un discurso; Arriondas; Cangas de Onís; San Juan de Beleño (Ponga);Colunga y Caravia. En lugares como Benia de Onís, Arenas de Cabrales e Infiesto se llevaron a cabo representaciones de belenes vivientes, a las que también se sumó la ciudad canguesa.

Sus Majestades recibieron a los niños, además, en Panes (Peñamellera Baja) y Sames (Amieva). En el concejo de Llanes, por su parte, hubo cabalgatas en Nueva, Posada, el Valle Oscuro y Pendueles.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Calor humano para Sus Majestades