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G. P.
ARRIONDAS.
Lunes, 6 de julio 2020, 00:06
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La presencia de chiringuitos ilegales a la orilla del río Sella supone este año un quebradero de cabeza aún mayor para los ayuntamientos ribereños. En plena crisis del coronavirus, este tipo de instalaciones que operan al margen de la normativa han vuelto a hacer acto de presencia y, ayer mismo, agentes de la Policía Local canguesa desmantelaron algunos chiringuitos, según apuntaron en un comunicado conjunto los consistorios de Cangas y Parres. También el Seprona se encargó de inspeccionar la ribera.
De analizar la situación se encargaron ayer mismo los alcaldes José Manuel González Castro y Emilio García Longo, que coincidieron en su «preocupación por la práctica de esta actividad ilegal, más grave aún en los actuales momentos de crisis sanitaria». Acordaron por ello «sumar recursos e intensificar su colaboración para luchar juntos y de forma más eficaz contra esta práctica que lastra la imagen turística» y que «en la actual coyuntura supone además un riesgo para la salud pública», indicaron.
Para «erradicar una actividad clandestina e irregular» pedirán además la colaboración de las demás «administraciones competentes».
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