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Los técnicos ayer tomando muestras del rorcual norteño varado en la playa riosellana de Arra.

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Los técnicos ayer tomando muestras del rorcual norteño varado en la playa riosellana de Arra. XUAN CUETO

Científicos analizarán la «degradación natural» del rorcual de la playa de Arra

El Principado descarta retirar el cetáceo, «una especie poco común en la zona», por la mala accesibilidad del arenal

JUAN GARCÍA

RIBADESELLA.

Martes, 29 de septiembre 2020, 00:06

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El rorcual varado este fin de semana en la playa riosellana de Arra se queda por el momento en el arenal, donde será sometido a un análisis científico. Los técnicos de la Red de Varamientos de Cetáceos han optado por no retirar el cadáver, pues según los técnicos y agentes de Medio Natural desplazados a la zona, resulta «prácticamente imposible» extraer un cuerpo de dos toneladas de peso «por la inexistencia de acceso rodado y la ausencia de calado suficiente para su extracción por mar».

Eso sí, la red monitorizará de forma continua todo el proceso de «degradación natural de los restos», como parte de una experiencia piloto en la que participa también el Centro de Experimentación Pesquera (CEP) de Gijón. Según indicaron desde el Principado, el objetivo es ahondar en el conocimiento del ecosistema marino asturiano para lograr una mejor gestión de los recursos en el futuro.

Tras analizar los restos del cetáceo a pie de playa, la Red de Varamientos confirmó que se trata de un rorcual norteño (Balaenoptera borealis). En concreto, un macho juvenil de 7,8 metros de longitud y dos toneladas de peso. Se trata de una especie «poco común en esta zona» y, de hecho, hasta la fecha no hay constancia en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de varamientos de estos ejemplares. Estos cetáceos habitan en la mayoría de océanos y mares del planeta, desde aguas tropicales hasta polares de los dos hemisferios, pero su presencia es más frecuente en zonas templadas del hemisferio sur. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera que esta especie está en peligro.

Los técnicos han podido verificar además que el ejemplar no presenta lesiones externas que pudieran haber provocado su muerte, por lo que podría haberse producido por «causas naturales». Han recogido ya datos biométricos y muestras biológicas para su análisis.

Menos varamientos

Luis Laria, el presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), entiende por su parte que el ejemplar debería ser sacado de la playa de Arra «porque el mar lo puede llevar a otra zona aun más difícil para su recogida y no es lógico que un ejemplar de ese volumen se quede ahí, porque se acabará descomponiendo», explicó. Cree además que su muerte pudo deberse al «arrastre pelágico», ya que el viernes fueron avistadas en la zona varias embarcaciones francesas de arrastre. Ese tipo de arte de pesca puede causar «muertes en cantidades importantísimas de todo tipo de especies, ya que hemos visto hasta 21 calderones muertos por las artes pelágicas», dijo. El presidente de Cepesma indicó que en este año de pandemia se han registrado menos varamientos de cetáceos, «pero muchos más avistamientos».

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