Borrar
En una mañana de agradable temperatura, la procesión de la Virgen de la Flor fue multitudinaria. G. F. B.
Cientos de romeros para celebrar la Flor de Pría

Cientos de romeros para celebrar la Flor de Pría

Fueron reconocidos diez niños nacidos en el año, seis jóvenes que cumplían los 18 y tres matrimonios de plata y oro | En el desfile matinal participaron la banda de gaitas Picos de Europa, tres ramos y cerca de un centenar de niñas y mozas vestidas de llanisca

GUILLERMO FERNÁNDEZ

LLANES.

Lunes, 22 de abril 2019, 01:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con buen tiempo, agradable temperatura y la llegada de cientos de romeros, la parroquia de Pría celebró ayer el día grande en honor a la Virgen de la Flor. El momento más emocionante se produjo durante la eucaristía, cuando se entregó la Flor a diez niños nacidos en el año, seis jóvenes que cumplieron 18 años, un matrimonio que alcanzó los 25 años y otros dos que certificaron su amor hace 50.

Superado el mediodía, desde el edificio de las antiguas escuelas públicas se ponía en marcha un interminable desfile folclórico encabezado por la banda de gaitas Picos de Europa-DOP Queso de Cabrales, dirigida por Héctor Braga. Tras los gaiteros aparecían tres ramos. El de los niños, de rosquillas de anís, iba a hombros de Pelayo Norniella, Arturo Gutiérrez, Juan Inés y Lucas Navarro. El de los jóvenes, de pan dulce, lo trasladaban Daniel Ríos, Antón Mochales, Julio Sánchez y Víctor Navarro. Y el de los veteranos, de pan artesanal, lo llevaban Gerardo Fernández, Fidel Llano, Ángel Inés y Andrés Fernández. Por detrás aparecían cerca de un centenar de niñas y mozas vestidas de aldeana llanisca, cantando y tañendo sus panderetas al contrapunto de un tambor en manos de Judith Elola.

La iglesia parroquial de San Pedro de Pría resultó de insuficiente superficie para acoger en su interior al enorme gentío dispuesto a seguir la eucaristía. La misa, oficiada por el párroco Domingo González, fue cantada por Héctor Braga, quien se acompañó en diferentes momentos por la gaita y la zanfona.

Durante la función religiosa tuvo lugar la entrega de la Flor. La recibieron diez niños nacidos durante el año en Garaña, La Pesa, Llames, Piñeres y Villanueva. Sus nombres, ninguno por duplicado, son Ramón, Amadeo, Ana, Cristóbal, Miguel, Mateo, Valeria, Beatriz, Diego y Marina. Tampoco quedaron sin Flor los seis jóvenes que a lo largo de los últimos doce meses cumplieron 18 años: Sara Inés Bolado, Andrés Fernández Vallina, Íñigo Gil de Sola, Claudia Roza del Campo, Diego González Granda y Gerardo Cueto Fernández. Veinticinco años unidos en matrimonio celebraron Paco Martínez y Lol Collado. Y fueron reconocidos con la Flor otros dos matrimonios que llevan medio siglo de vida en común: Mari Cruz del Río y Emilio Peláez, y Francisco Canseco y Luisa Díaz. Pero hubo más vegetación a repartir, ya que recibió la Flor, por aclamación popular, Manuel Arduengo Cuesta. Y no se quedaron sin ella Sofía Inés y las hermanas Marta y Covadonga Alonso, «por su participación y entusiasmo». Este año, la corona de flores de la Virgen de la Flor se le entregó a Silvia del Cueto Blanco «para celebrar la vida, las oportunidades infinitas y los futuros maravillosos», según expresó la comisión de fiestas.

Al término de la eucaristía se celebró una multitudinaria procesión que marchaba encabezada por el vetusto Pendón parroquial, en manos, un año más, de Ángel del Cueto Ruiz. A su estela caminaban la banda de gaitas, los tres ramos, las aldeanas y las andas de la Virgen de la Flor, con el Niño en brazos y sobre un auténtico frenesí floral a sus pies.

La virtuosa Marta Elola

De regreso al templo, en el pórtico de la iglesia, se bailó la Donzaina, acompañada a la voz y al pandero por la virtuosa Marta Elola. Ya en el interior, sobre el crucero de la iglesia, como es habitual en Pría, se celebró un festival folclórico con la interpretación del Xiringüelu y las jotas de Boal, Leitariegos y Pría. Las mozas se encargaron de cerrar los actos con la escenificación de la Reverencia y más tarde se subastaban los panes del ramo.

Fueron bastantes los romeros que quedaron a comer en la pradería circundante a la iglesia y tuvieron la fortuna de disfrutar de una sesión vermú con acompañamiento musical a cargo del gaitero Serxu Luaces y el tamboritero Paul Balmori.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios