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Una anciana accede al recinto de la residencia Faustino Sobrino de Llanes. E. C.
La directora de la Faustino Sobrino dejará su cargo en diciembre por jubilación

La directora de la Faustino Sobrino dejará su cargo en diciembre por jubilación

El puesto de Sor Carmen queda vacante hasta que las Franciscanas nombren a una monja con el perfil adecuado. El gerente continuará con la gestión económica de la residencia

TERRY BASTERRA

LLANES.

Sábado, 4 de noviembre 2017, 04:53

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Sor Carmen, la religiosa que durante los últimos lustros ha ocupado el puesto de directora en la residencia Faustino Sobrino de Llanes, dejará el cargo en poco más de un mes. ¿El motivo de su marcha? «Dada su edad, ha decidido jubilarse». Así se lo indicaba ayer el patronato de esta fundación en un comunicado en el que se explicaba que el gerente llegado hace unos meses a la institución, Daniel Marcilla, se mantendrá en el cargo. De esta forma se pone fin a la crisis surgida en la institución estas pasadas semanas.

Sor Carmen se jubilará el 15 de diciembre y a partir de entonces «mantendrá su actividad religiosa para con los residentes, así como su acompañamiento y atención». «Tal y como se acordó con la Provincial de la congregación, el puesto de directora», indica el patronato, «queda vacante a expensas de que una nueva religiosa, con el perfil adecuado, pueda hacerse cargo de él en el futuro, dado que ahora mismo, no la tienen». Estas monjas pertenecen a las Reverendas Terciarias de San Francisco, bajo el título de monjas de la Divina Pastora.

La propia congregación, según el patronato, matizó que las funciones de la dirección «no son de gestión ni económicas, son de culto, acompañamiento a los ancianos y temas religiosos». Por este motivo comprenden que se contrate a un gerente como ocurre en otras residencias próximas en las que también hay monjas, caso de la de Cangas de Onís.

Sor Carmen seguirá formando parte del patronato, aunque deje de ser la directora. Y es que este órgano ha decidido «por unanimidad» proponerla «para que ocupe el puesto de patrono de honor como miembro de reconocido prestigio social y moral», un cargo que «ella ha aceptado», se indica en este comunicado emitido en la tarde de ayer tras una reunión extraordinaria del patronato para tratar de poner fin al conflicto abierto en esta institución hace unas jornadas. Una crisis que tuvo como origen las posturas enfrentadas entre el nuevo gerente y la religiosa, al comunicar el primero las pérdidas económicas que había producido a la residencia la gestión de la monja, así como que ésta había autorizado que se suministrase «comida caducada» a los residentes, desobedeciendo la orden dada por Marcilla tras detectar alimentos en este estado en la despensa. El gerente anunció que dimitiría si el patronato mantenía en su cargo a Sor Carmen, pese a que en la sesión anterior se había aprobado cesar a la directora.

Desde el patronato se reitera que «nunca se habló de echar a las monjas de la Fundación». Agradecen a las trabajadoras «su esfuerzo, apoyo y dedicación a los residentes, que son los que más importante en estos momentos». Y se añade que son conscientes de que algunas empleadas «se pueden sentir incómodas» con las reformas organizativas aplicadas a la residencia al perder algunos de sus privilegios.

También se avanza que hay previsión de realizar una serie de obras e inversiones. Y se recuerda la difícil situación económica de la Faustino Sobrino. Entre 2006 y 2015 perdió 3,5 millones de euros por la deficiente gestión económica realizada y por las pérdidas fruto de algunas inversiones fallidas en bolsa. Actualmente cuanta con un patrimonio financiero de 3 millones de euros gestionado por tres entidades a las que se ha dado orden de gestionar la cartera «con el menor riesgo posible».

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