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Adrián Sánchez muestra cómo se hincha un globo con una botella y bicarbonato. FOTOS: NEL ACEBAL
Explosión controlada de gominolas y bicarbonato

Explosión controlada de gominolas y bicarbonato

Los escolares del colegio Reconquista de Cangas de Onís celebran la primera 'Mini Feria de Ciencia' | Los pequeños presentaron innovadores proyectos, desde volcanes en erupción a una excavadora accionada mediante jeringuillas

GLORIA POMARADA

CANGAS DE ONÍS.

Miércoles, 20 de junio 2018, 00:06

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Enfundados en batas de laboratorio, chalecos de obra o detrás de unas grandes gafas que dejan entrever la mirada de incipientes genios, más de una veintena de escolares del colegio público Reconquista de Cangas de Onís exhibieron sus primeros logros en el mundo de la ciencia. La de ayer fue la primera 'Mini Feria de Ciencia' de la clase de tercero C de Primaria, un experimento con ingeniosas propuestas y un público ávido de conocimientos, los propios escolares del colegio. No faltaron espectadores en el estand de Candela Antuña, una futura ingeniera que ha diseñado su propia excavadora con una simple caja de cartón y jeringuillas conectadas a una red de tubos. «Con la jeringuilla se hace la fuerza, el líquido pasa por los tubos y mueve el brazo de cartón. Es como el motor de la excavadora», explicó a los pequeños de Infantil que contemplaban cómo la pala conseguía cargar puñados de arroz con el sencillo mecanismo. La idea, contó Candela, se le ocurrió junto a su padre, propietario de una excavadora, y viendo vídeos en internet. Dos días después, el boceto se hizo realidad. Y será el primero de muchos, pues la joven ingeniera tiene claro que quiere orientar su futuro hacia «cosas electrónicas».

En el polo opuesto de la electrónica se situó el proyecto de Adrián Sánchez, un experimento con ingredientes presentes en cualquier cocina, explosión incluida. Con el toque del pequeño científico y la combinación adecuada de vinagre y bicarbonato, el volcán situado en su particular 'Lego ciudad' entró en erupción ante el asombro de los párvulos. Dosis de química tuvo también el proyecto de Eduardo Hoyos, un escolar preocupado por la salud y los buenos hábitos que consiguió que, desde ayer, sus compañeros miren con otros ojos a los refrescos. «Ponemos a hervir productos con azúcar y luego sale como un jarabe muy espeso», les explicó, pasta gelatinosa en mano.

Tampoco las gominolas se llevaron a la boca los científicos de tercero, pues sumergidas en bicarbonato las chuches se convirtieron en unos auténticos «gusanos saltarines». Lo que también se sumergió en agua, pero no se mojó, fue el vaso repleto de papel de Elia Vicente. «Está seco», mostró orgullosa mientras explicaba que una cámara de aire está detrás de su éxito.

En sus conclusiones dejan reflejado estos 22 escolares que sacar la ciencia de clase es un experimento «guay» a repetir el próximo curso. Y a la vista de la cantera, en el Reconquista volverán a oírse los 'eureka'.

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