La Guadalupe se queda en la iglesia por culpa de la lluvia

De oficiar la misa asturiana a la gaita se encargó el párroco, Florentino Hoyos. Aportó sus voces el coro parroquial de Parres y acompañó a la gaita Julián Herrero, llegado desde Balmori. Al suspenderse la procesión por la Vega de San Roque, los actos protocolarios se redujeron a sacar el cuadro con la Virgen de Guadalupe a la entrada de la iglesia, para alegría de los devotos que no encontraron lugar en el interior del templo. En el pasillo central de la iglesia se cantaron el ofrecimiento del ramo y la Reverencia. Ramón Junco subastó los panes y ahí se dieron por finalizados los acontecimientos festivos.

Antes de la misa se presentó al pueblo un cuadro que perfila la basílica de la Virgen de Guadalupe, en México, en el estado en que se encontraba en 1907, fecha en la que se inauguró la iglesia de La Pereda. En su estado original se trataba de un fresco que tuvo que ser tapado para poder reparar una grieta que atravesaba el muro y amenazaba a la estabilidad de la capilla.

El cuadro que ahora viene a ocupar aquel lugar fue pintado el pasado invierno por Carlos Andrés Romano, catedrático en la Universidad Politécnica de Valencia y descendiente de vecinos de La Pereda. El pintor se encontraba ayer en la iglesia, explicó a los presentes los entresijos de la historia y fue recompensado con aplausos y una larga ovación.

Para plasmar la obra, el artista tuvo que recuperar imágenes de aquel templo a principios del siglo XX, lo que significó «un gran trabajo de investigación». Comentó Romano que sus principales fuentes fueron «fotos de bodas antiguas celebradas en La Pereda, en las que se puede ver, adivinar, el fresco original». También recurrió al catálogo de una exposición realizada en Llanes, a internet y a láminas antiguas del entorno.