El Guirria pide la mano de su novia «como en las películas»

En sus orígenes, el Aguinaldo pongueto era un medio para formar parejas entre jóvenes del concejo. A pesar de que aquellos tiempos de relaciones preestablecidas han quedado superados, la fiesta sigue dando muestra de su capacidad para fraguar romances. La prueba se vivió este mismo Año Nuevo, cuando el joven designado para vestir el traje arlequinado del Guirria, Bernardo Montes, cambió el tradicional beso a las mozas por un regalo más especial para Nuria Granda, su pareja desde hace trece años y medio. Al llegar a casa de la joven, acompañado por los aguinalderos, el Guirria hincó rodilla para realizar una pedida de mano «de película, con anillo y todo, fue muy romántico», cuenta la futura esposa, quien confiesa que «alucinó».

Montes tenía preparada la sorpresa desde hacía quince días y «no le costó mucho» decidirse a dar el paso, ya que la pareja lleva saliendo desde «muy jóvenes».

Nuria Granda y Bernardo Montes residen actualmente en Oviedo por motivos laborales, pero aprovechan cada hueco libre para regresar al pueblo, donde tienen casa. Ambos mantienen además un vínculo especial con el Aguinaldo, pues son dos de los encargados de la comisión de festejos, que vela también por perpetuar las fiestas de San Juan de Beleño, «que no son pocas», cuenta la joven. A la organización de todos esos eventos suman ahora la de su propia boda, programada ya para el verano de 2021. «Sin prisa, pero sin pausa», dicen.