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Los alumnos del IES de Luces mostraron ayer lo aprendido en su trabajo en los huertos ecológicos. G. P.
Los huertos, un «recurso educativo» para ligar a los más jóvenes al medio rural

Los huertos, un «recurso educativo» para ligar a los más jóvenes al medio rural

Institutos como el de Luces forman parte de la red que fomenta la agricultura ecológica y las vocaciones en un sector con un «potencial brutal»

G. POMARADA

LUCES.

Miércoles, 25 de mayo 2022, 01:52

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Nada como trabajar la tierra con sus propias manos para generar arraigo al medio rural. Con esa meta entre sus objetivos avanza la iniciativa de huertos escolares ecológicos, que ayer demostró en el IES de Luces que entre los más jóvenes existe cantera para preservar las tradicionales huertas y, también, para convertir la agricultura ecológica en su profesión de futuro. A la jornada formativa acudió la directora de Desarrollo Rural, Begoña López, quien destacó el «potencial brutal de Asturias en el sector», el que «más va a crecer».

Fomentar vocaciones desde edades tempranas figura así entre los objetivos del proyecto, para el cual «hemos doblado la cuantía este año», explicó. «Esta red tiene que ir creciendo y llegando a más centros», dijo López. Por el momento, existen medio centenar y en este curso han albergado 42 jornadas formativas. «Es una satisfacción. Todo lo que sea educar desde pequeños, se lo llevan a casa», valoró Silvia Menéndez, presidenta del Consejo de la producción agraria ecológica (Copae). Esa entidad es la organizadora y cuenta para ello con el apoyo de la Consejería de Medio Rural, Alimentos del Paraíso y la Fundación Caja Rural. Desde Ekieco se encargan por su parte de impartir la formación. «A través del huerto, los alumnos tienen una experiencia real, bien para su vida cotidiana o para el futuro laboral», explicó Ángel García, quien destacó además cómo esos huertos son un «recurso educativo, terapéutico y de ocio».

En el IES de Luces han plantado «cultivos lo más locales posible» -desde lechugas a maíz, patatas o zanahorias- y «todo en su momento». Los alumnos han aprendido a emplear técnicas tradicionales y evitar pesticidas, pues en su lugar, recurren a insectos que atraen a través de un hotel específico para ellos. Algunos ya han empezado incluso a aplicar las lecciones en las huertas de sus familias y a trasladar a sus abuelos la petición de evitar químicos. Pese a reconocer que «da mucho trabajo», algunos como Hugo Pedrayes, de primero de la ESO, destacaban ayer que la práctica es mejor que los libros, que «aburren». Prueba de que la huerta tira eran las caras de satisfacción al sacar las patatas plantadas en el invernadero, cuyos tamaños mostraron con orgullo fesoria en mano.

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