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Ramón Castresana, de la Fundación Iberdrola, el quebrantahuesos 'Hugo' y el pequeño Hugo Estévez, con su madre, Vanesa Díaz. ACEBAL
'Hugo', un quebrantahuesos en honor a un bebé con huesos de cristal

'Hugo', un quebrantahuesos en honor a un bebé con huesos de cristal

G. P.

COVADONGA.

Martes, 11 de junio 2019, 00:09

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Los nombres de los quebrantahuesos llegados este año a Picos hacen un guiño a elementos del paisaje, como 'Niebla'; rinden homenaje a miembros de la Fundación que ya no están, como 'Maro'; y dan alas a aquellos que han comenzado a vivir con el peso de una enfermedad a sus espaldas. Es el caso de la más especial de las denominaciones de esta temporada, la de 'Hugo', un ave bautizada en honor a un pequeño de cinco meses y medio afectado por osteogénesis imperfecta o huesos de cristal. Ayer el propio Hugo Estévez Díaz, enfundado en una manta y en brazos de su padre, estuvo presente en la llegada de los quebrantahuesos a Picos. El motivo de la elección, explicó Álex Estévez, fue una iniciativa impulsada desde Iberdrola, patrocinadora del proyecto de reintroducción y empresa en la que trabaja desde hace quince años, en la central toledana de Aceca. «Cuando vi en la red interna que pedían nombres no lo dudé ni un momento», contó el progenitor, acompañado de su mujer, Vanesa Díaz Valdés, natural de Lugones, y de su otro hijo, Eric. El niño, de seis años, fue precisamente quien eligió el nombre de su hermano, comentaron unos emocionados padres. Mientras tanto, Eric admiraba los «muchos colores» de los quebrantahuesos y la velocidad de su corazón, que pudo comprobar en la auscultación.

La de ayer fue la primera visita de los pequeños a Picos, un lugar donde «se está mejor que en el hospital». Tras meses de pruebas hasta obtener un diagnóstico, esta familia afincada en Toledo afronta ahora el reto de convivir con una enfermedad rara que provoca que «los huesos se fracturen sin una causa aparente», explicó Vanesa. «Cada tres meses tienen que ponerle tratamientos para evitar las fracturas», abundó sobre el horizonte que espera a su hijo y en el que resulta crucial la investigación. Por lo pronto, desde las alturas de los Picos de Europa un quebrantahuesos recuerda ya la realidad de Hugo y de las en torno a tres mil personas que padecen esta enfermedad en España.

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