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JUAN GARCÍA
RIBADESELLA.
Viernes, 1 de junio 2018, 00:05
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El único chiringuito del Sella ubicado en el término municipal de Ribadesella, en la localidad de Cuevas del Agua, es «incompatible» con el tipo de suelo que estaba ocupando. Así lo ha sentenciado la magistrada Pilar Martínez Ceyanes tras completar el procedimiento iniciado el 2 de octubre de 2017 en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Oviedo contra la resolución del Ayuntamiento de Ribadesella que clausuraba la polémica instalación.
Según la magistrada, la ubicación del foodtruck de Cuevas en dos parcelas calificadas como suelo no urbanizable de especial protección ha sido determinante para declarar su incompatibilidad. Ese tipo de suelo no contempla los usos hosteleros porque podrían «perjudicar la naturaleza de los terrenos». Y en este caso concreto no solo se trataba de un camión, sino que junto a él se habilitó «una terraza con carteles, música amplificada y generador eléctrico». En definitiva, infraestructura que sustentaba la actividad de asador con la que se anunciaba al público en general.
El Ayuntamiento de Ribadesella abrió un expediente administrativo contra este chiringuito el 28 de abril de 2017 tras una denuncia presentada por el Seprona. Como la instalación carecía de licencia para la venta de alimentos cocinados, bebidas y refrescos, el Consistorio ordenó el cese de la actividad y la retirada del vehículo y resto de instalaciones. La propiedad presentó sus alegaciones y estas fueron desestimadas por la secretaría municipal. A su vez, el informe técnico municipal acreditó el «uso prohibido» de la actividad. Con estos informes, el 29 de julio de 2017, el Ayuntamiento de Ribadesella dictó la resolución de clausura del chiringuito.
Contra esa resolución, la propiedad presentó el contencioso-administrativo fallado hace una semana, el 25 de mayo de 2018. La magistrada desestima el recurso, declarando la «conformidad a derecho» de la resolución municipal con imposición de costas al recurrente, limitadas en este caso a 400 euros. La propiedad dispone de quince días para interponer recurso de apelación contra esta sentencia, ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).
La alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández, cree que la apelación «no tiene muchos visos de prosperar porque la sentencia es suficientemente contundente». A su vez, manifestó su satisfacción y alegría con la sentencia, «porque nos dan la razón y se la quitan a quienes, además, llevan un año insultando y amenazando a través de redes sociales tanto a los funcionarios municipales como a mi persona».
Fernández considera que esta sentencia sienta la jurisprudencia necesaria y abre las puertas para que el resto de municipios con chiringuitos ilegales y vendedores ambulantes por el río Sella puedan hacer frente a sus propietarios. «Estas instalaciones dan una imagen nefasta, contaminan el río y son una competencia desleal para los establecimientos legales», añadió.
La misma opinión comparten las empresas de turismo activo que operan en el río Sella, pues algunas de ellas se personaron como testigos en el contencioso contra el Ayuntamiento de Ribadesella para intentar salvaguardar la imagen y conservación del emblemático río oriental.
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