Los mayores de Piloña «pierden el miedo» a la tecnología

Esos «aparatinos» a los que ven pegados día y noche a los más jóvenes dejarán de ser un misterio para los mayores de Areñes, pioneros de Piloña en dar el salto a la era virtual. Un proyecto piloto desarrollado por el Ayuntamiento junto con servicios sociales y las asociaciones El Prial y Ríu Fontoria permitirá que vecinos tanto de ese pueblo como de su entorno cuenten con tablets adaptadas en las que, progresivamente, irán realizando nuevas tareas. El primer paso es asistir telemáticamente a los talleres de estimulación cognitiva, que actualmente no se pueden impartir de forma presencial por estar en obras la escuela de Areñes. Ayer, las asistentes a ese taller recibieron en Infiesto las primeras tablets y nociones, con notable éxito pese a los temores iniciales. Algunas como Carmen Cobayes comenzaron expresando un «no sé si nos aclararemos» que, tras el buen resultado de las pruebas, terminó convirtiéndose en toda una declaración de intenciones a futuro: «Luego podremos ver otras aplicaciones». «No tengo teléfono moderno, pero a todo se aprende. Así nos entretenemos un poco», compartió Amadina Bermúdez. Nati Quirós explicó por su parte que partía con ventaja, pues ya cuenta con «móvil de jóvenes» para hacer videollamadas. «Quiero aprender a comprar por internet y ver vídeos, por lo menos estás entretenida», apuntó.

Entre los fines de la iniciativa figura el ocio y «perder el miedo a la tablet», pero también prestar servicios relacionados con el ámbito de la salud o el emocional. «Se nos abre un mundo de oportunidades», destacó la concejala de Servicios Sociales, Laura Gutiérrez, quien apuntó a la utilidad en materia de envejecimiento activo o soledad no deseada. «La idea es dar un paso más allá en los servicios que estamos prestando y aprovechar las nuevas tecnologías y el trabajo en red», añadió.

Por el momento el Consistorio ha realizado una inversión inicial de 6.000 euros y ha adquirido doce tablets, dotadas de una aplicación específica diseñada por la empresa Estudios Pawi, con sede en Cabranes. «Cuando encienden ya están enfocados a entrar en el taller», explicó Pablo Monestina. Indicó además que experiencias similares en la Comarca de la Sidra permitieron desarrollar a través de la 'app' desde talleres de gimnasia a teatro.

Desde la asociación Ríu Fontoria, de Areñes, Viri Iglesias agradeció el que «hayan pensado en nosotros» para el programa piloto y expresó el interés en desarrollar de forma virtual las sesiones de 'Café, Galletines y Cuentinos' hasta que finalice la obra de la escuela.

Con esta primera experiencia ya en marcha, el objetivo del Ayuntamiento piloñés es seguir incorporando dispositivos para llegar a más zonas y población mayor del concejo.