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G. POMARADA
CANGAS DE ONÍS.
Sábado, 22 de enero 2022, 01:10
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Descubrir el territorio a través de sus nombres es el particular reto al que el doctor en Filología Xulio Concepción ha consagrado buena parte de su carrera. Ya jubilado, esa afición de conocer las raíces de las palabras que en él prendió de niño sigue formando parte de su vida, hasta el punto de que se ha convertido en un auténtico diccionario de la toponimia asturiana. Así lo demostró ayer en los Encuentros Culturales celebrados en la biblioteca Dulce María Prida del Parador de Cangas de Onís, donde ofreció la ponencia 'Toponimia de un paisaje entre montañas'.
Para conocer el porqué de los nombres acudió a los propios habitantes y desde oriente hasta occidente «no quedó rincón en altura» por recorrer. En la labor encontró la ayuda de los verdaderos guardianes de la historia, como los pastores en los Picos de Europa. Sobre ese nombre, contó que son varias las interpretaciones, si bien una de las extendidas es que estaría vinculado a «agua de la altura». Similar origen se atribuye a Urriellu, con referencias también a la altura y el agua.
«Los nombres están puestos con toda precisión», explicó Concepción, quien recordó que por ese motivo sirven también de advertencia: por ejemplo, en condiciones meteorológicas adversas conviene no adentrarse en lugares que aluden a 'infierno' o los que comparten raíz con 'Taranis', dios del trueno. «Los nombres avisan», señaló.
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