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G. FERNÁNDEZ / R. O.
LLANES.
Domingo, 19 de enero 2020, 01:01
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A los pies de una imagen de San Antonio Abad, el popular San Antón, llegada desde la parroquia de Caldueño, Aurelio Burgos, párroco de Posada, bendijo en el pórtico de la iglesia de Santa María a un gato y a una docena de perros presentados por los vecinos. Había canes de las razas bichón maltés, jack russel terrier, mini pinscher y bóxer y el resto encajaban en el catálogo de perros ratoneros y multirraza. El gato era propiedad del entusiasta Luis Carrera Buergo.
Antes de derramar abundantes chorros de agua bendita sobre los animales, Aurelio Burgos recordó que en la actualidad las mascotas sirven para «suplir la falta de personas cercanas» y valoró que hay «mucha gente que vive sola y tiene como única compañía a un perro o un gato». Eso sí, matizó que «no es bueno humanizar a los animales, porque cada uno tiene su lugar». El párroco hizo un pormenorizado repaso a la aparición de animales en los textos litúrgicos de la Iglesia. Y de la festividad en honor a San Antón explicó que «sirve para reconocer una vez al año esa compañía de los seres que conviven junto a nosotros en la tierra».
También en las localidades de Inguanzo, en Cabrales, y de Cuerres, en Ribadesella, homenajearon al santo. Lo hicieron siguiendo el programa tradicional de estas fiestas, con misa seguida de sendas procesiones en las que no faltaron los ramos y finalizando con una entretenida subasta.
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