Parres concede dos años y medio más para habilitar el nuevo cuartel de la Guardia Civil

«La voluntad de ambas administraciones -Ayuntamiento y Estado- de mejorar la prestación de un servicio básico para los ciudadanos que permitió formalizar en su día el convenio aún persiste», señaló el alcalde parragués, Emilio García Longo (PSOE), durante la sesión plenaria. E insistió en que «todos estamos de acuerdo en que se debe materializar ese convenio». La tramitación de los trabajos para adecuar las nuevas instalaciones se vio en un primer momento ralentizada por el rechazo de las empresas adjudicatarias, que obligó a desistir del procedimiento iniciado y «comenzar con una nueva licitación, que se está viendo afectada por la suspensión de plazos debida a la pandemia».

Efectivamente, el proceso ha seguido una larga tramitación, con la renuncia incluso de las dos empresas adjudicatarias. La Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil comenzó el procedimiento de licitación en 2017 y al año siguiente se formalizaba la contratación de Oca Construcciones y Proyectos, que resultó entonces la empresa adjudicataria por importe de 143.990 euros, 34.232 menos que los presupuestados inicialmente. La propia sociedad acabó renunciando al contrato por «el largo periodo de tiempo transcurrido desde la solicitud de la documentación hasta la comunicación de la adjudicación definitiva», según recoge el expediente de la Dirección General de la Guardia Civil. En junio de 2019, Cecoba Servicios Integrales S.A. pasaba a ser la nueva adjudicataria, por importe de 145.019,41 euros -impuestos incluidos-, más de 33.200 euros por debajo del precio base de licitación. Un mes después, en julio, la situación volvía a repetirse y la empresa renunciaba a los trabajos, también por el «largo periodo de tiempo transcurrido desde la solicitud de información y la notificación de la adjudicación». Finalmente, en octubre de 2019, la Dirección General acordó desistir del expediente de contratación.

244 metros

Los primeros pasos hacia una nueva sede se remontan incluso más atrás de 2017, concretamente a finales de 2014. Fue entonces cuando el pleno del Ayuntamiento de Parres aprobó la cesión del espacio al Ministerio del Interior. En septiembre de 2016 ambas partes firmaban el pertinente convenio.

Los trabajos, que contaban con un plazo de ejecución de cuatro meses, iban a consistir en la adecuación del interior del local, de 244 metros cuadrados útiles. El espacio es una estancia diáfana, por lo que la intervención debía centrarse en terminar los acabados interiores, dotar al cuartel de las instalaciones necesarias y distribuir las zonas «para crear áreas de trabajo y de atención al público confortables y funcionales», recogía la memoria del proyecto.

El acuartelamiento, de llevarse a cabo, estará dividido en dos plantas. En el semisótano se prevén tres plazas de aparcamiento para el parque móvil de la Benemérita y en la planta baja las estancias del acuartelamiento, que contarán con vestíbulo y sala de espera, cuarto con armero blindado, oficina de diligencias, vestuarios masculino con catorce taquillas y femenino con cinco, sala de reuniones, archivo, despacho para el comandante del puesto y almacén. También se reservaba en el proyecto una sala de 14,58 metros cuadrados para la Oficina de Asistencia Mujeres y Menores (EMUME). En la parte exterior, se colocará la placa identificativa del cuerpo de la Guardia Civil y en la fachada principal el mástil con la bandera.

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