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Restos del incencio en una zona próxima a donde cayó el helicóptero en 2015.
«Si hubiera visto fuego llamaría a los bomberos y no dejaría allí a mis vacas»

«Si hubiera visto fuego llamaría a los bomberos y no dejaría allí a mis vacas»

Los dos acusados de provocar un incendio en Parres en cuya extinción falleció un piloto de helicóptero se declaran inocentes y se consideran también perjudicados

europa press

Lunes, 25 de marzo 2019, 11:30

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Los dos acusados de provocar un incendio forestal en diciembre de 2015 en Parres que afectó a más de 428 hectáreas y en cuyas labores de extinción falleció un piloto de helicóptero se han declarado este lunes inocentes de los hechos que se les imputan, de los que han manifestado, según sus respuestas a las partes, también se vieron perjudicados. Ambos acusados se enfrentan a dos años y medio de prisión cada uno de ellos y al pago de más e 1,7 millones de euros.

«Si hubiera visto fuego o humo llamaría a los bomberos y no dejaría allí a mis vacas», ha declarado uno de ellos, mientras que el otro, ha asegurado que «no cree que sea muy buena idea quemar el monte por muchos motivos, lo primero por los acotamientos y la pérdida de ayudas, pero además porque el terreno pierde calidad el pasto».

El primero en declarar ha sido Francisco C. M., quien ha indicado que el día que se inició el fuego, en una parcela que está a unos cinco kilómetros de su vivienda en Parres, como casi todos los días sobre las 9.30 horas, subió al monte con su mujer a cebar a las vacas -unas cuarenta vacas a nombre de su mujer- en la zona en la que tienen pastando el ganado. Ha manifestado que permanecieron una media hora allí, pero «no vio ningún fuego ni ninguna columna de humo», ello a pesar de estar, según el fiscal, a 500 metros de la parcela en la que se inició el fuego. «Si lo hubiera visto hubiera llamado a los bomberos y no dejaría las vacas allí», ha explicado el procesado, que ha indicado que tras ir al monte se fue a su vivienda y luego se fue a cerrar una finca. Así ha indicado que «desde su casa tampoco vio ninguna columna de humo».

A preguntas de su abogado ha indicado que fue cuando estaban cerrando una finca que está lejos de la zona afectada cuando avisaron a su mujer de que «estaba saliendo humo de la zona en la que tenía sus vacas». «Sería sobre las cuatro y media de la tarde cuando vi que los bomberos tenían controlado el fuego», ha manifestado. Ha añadido que tardaron dos días en encontrar su ganado que tuvieron que trasladar a casa. «Tuvimos que vender seis vacas y tres caballos», ha relatado el procesado, que ha indicado que aun restaban unos tres meses para tener el ganado en el monte.

Ha explicado que además de él hay al menos otros cinco ganaderos que llevan su ganado a la misma zona que él, pero ha indicado que el día de los hechos no coincidió con ningún otro ganadero a los que «conoce de vista». Ha explicado que «nunca pidió permiso para unaquema controlada» ya que el limpia las fincas «con tractores y desbrozadoras». Preguntado si conoce lo que es un acotamiento de pastos ha indicado que «sabe que si está acotado un terreno es porque quemó y allí no pueden entrar las vacas». Ha manifestado además que «a él le multaron porque sus vacas entraron a pastar en terreno acotado».

El otro acusado Ángel L. S. M. ha negado ante el tribunal que fuese el quien quemó la zona afectada y ha narrado que en el momento del inicio del incendio estaba en la cuadra cebando a su ganado como hacía a diario, ubicada a más o menos un kilómetro de la finca en la que se inició el fuego. Ha relatado que en esas fechas tenía unas 80 cabezas de ganado, que repartía en pastizales en la «ladera del monte y por diferentes puntos de la localidad». Ha manifestado que él no llevaba su ganado a la zona incendiada porque «estaba llena de matorral y su ganado no puede pastar allí».

El procesado, quien ha indicado ser el presidente del monte vecinal afectado que tiene 621 hectáreas, ha explicado ante la jueza que desde donde el estaba en el momento del incendio «no pudo ver nada, no vio la columna de humo» a pesar de estar a 700 metros debido a que él se encontraba al otro lado de la ladera. Al igual que el otro procesado ha indicado que conoce lo que son los acotamientos de pastos y tampoco ha pedido nunca autorizaciones para quemas controladas. «Sé de una quema controlada que se hizo hace muchísimos años, pero no conozco más», ha dicho.

Ya a preguntas de su letrado ha indicado que él no tiene capacidad para conceder permiso alguno para actuar en la zona del monte vecinal. Así ha dicho que desconoce quien fue el encargado de colocar elcierre nuevo en la zona.

Más de 1,7 millones de indemnización

Los dos acusados se enfrentan a una pena de dos años y seis meses de prisión. Además, en concepto de responsabilidad civil tanto el fiscal como la acusación particular ejercida por el Principado reclaman a los acusados algo más de 1.713.369 millones de euros, mientras que por los gastos de extincción del fuego se les reclama 54.322 euros.

Fiscalía les acusa de provocar en el mes de diciembre de 2015 un incendio forestal en el municipio de Parres que tardó quince días en poder ser extinguido y provocó perjuicios medioambientales valorados en casi 900.000 euros y unos gastos de extinción por más de 54.000 euros. Como consecuencia de un accidente durante las labores de extinción resultó muerto el piloto de un helicóptero que participaba en el dispositivo. El Juzgado, a petición del Ministerio Fiscal, acordó el sobreseimiento penal de la causa respecto a un posible homicidio por imprudencia al considerarse que la posible responsabilidad penal no era achacable a los acusados.

El Ministerio Fiscal sostiene que los acusados, sobre las 13.15 horas del día 19 de diciembre de 2015, realizaron diferentes quemas dentro de una parcela de Parres, apoyándose en su inicio en algunos restos de desbroce, con la intención de regenerar la zona para el pasto. El fuego se propagó por el monte y parcelas cercanas y no pudo ser extinguido hasta las 17.52 horas de día 2 de enero de 2016.

La superficie total afectada por el fuego fue de 428,7 hectáreas, de las que 148 lo fueron de arbolado y 280,7 fueron de desarbolado, siendo las especies vegetales existentes las de matorral de tojo y brezo. También se vieron afectadas plantaciones de pino, eucalipto y arbolado autóctono.

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