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José Ángel Troitiño. L. R.
«Muchas patologías de cadera, rodilla y columna tienen su origen en el pie»

«Muchas patologías de cadera, rodilla y columna tienen su origen en el pie»

José Ángel Troitiño, adjunto al servicio de Traumatología del Hospital del Oriente: «No debemos dejarnos influir por las modas, pues son especialmente perjudiciales, sobre todo los zapatos con mucho tacón o muy estrechos»

L. RAMOS

ARRIONDAS.

Viernes, 17 de noviembre 2017, 04:57

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Durante muchos años, los pies fueron los 'grandes olvidados', pero cada vez cobran un mayor protagonismo y las personas se preocupan más por mantenerlos sanos. Algo que, según aseveró ayer el adjunto al servicio de Traumatología del Hospital Comarcal del Oriente José Ángel Troitiño, es «fundamental». El profesional fue el encargado de dirigir la I Jornada Teórico-Práctica de Cirugía de Antepié celebrada en el hospital de Arriondas.

-¿Son frecuentes las dolencias de pie y tobillo?

-Sí. Esta patología supone, aproximadamente, entre un 10% y un 15% de todo lo que entra por la puerta en las consultas externas de Traumatología. Esta proporción crece a medida que los pacientes son más mayores, con lo que esperamos que aumente la incidencia, ya que nuestra población está cada vez más envejecida, pero además está bien y activa durante más tiempo. Es probable que en el futuro tengamos que lidiar con muchos más casos de este tipo.

-¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

-Habitualmente influye muchísimo el calzado, especialmente en las mujeres que, además, tienen otros factores predisponentes como un menor tono muscular y la menopausia a partir de cierta edad. Luego hay una serie de factores genéticos que también pueden influir. Por ejemplo, hay familias en las que el juanete es especialmente frecuente, no solo en mujeres sino también en hombres, y algunas enfermedades también predisponen.

-¿Notan un aumento en este tipo de lesiones con el incremento de personas que salen a correr?

-No hay más lesiones, pero sí hay más gente que demanda una solución a su problema antes porque tiene más actividad. Eso nos está pasando mucho. Un pie que esté mal para caminar en llano o utilizar un calzado convencional igual no tiene mucho problema, pero en cuanto quieren llevar un tacón, hacer deporte o andar por la montaña, su dedo no funciona, su pie duele, y nos demandan una solución. Por eso es una cirugía que va a ir a más, porque la gente es cada vez más activa.

-¿Qué consejos daría para tratar de evitar tener que ir a quirófano por alguna de estas dolencias?

-Lo primero siempre es utilizar un calzado adecuado. No debemos dejarnos influir por las modas, pues son especialmente perjudiciales para el tema del antepié, a veces por modismos o estética utilizamos calzados con un tacón excesivo, excesivamente estrechos por delante... y eso de manera repetida acaba afectando al pie sin ninguna duda. Por tanto, una higiene del pie, un calzado correcto y la visita al especialista en cuanto empiezan los síntomas sería lo que yo recomendaría.

-¿Es una parte del cuerpo a la que no prestamos suficiente atención?

-En principio no es una parte del cuerpo a la que se le haya dado una importancia especial, incluso por parte de los propios especialistas hasta hace poco. Sin embargo, a medida que sabemos más del pie y conocemos mejor la biomecánica, hemos descubierto que muchas de esas patologías que afectan a rodilla, cadera e incluso a la columna vertebral, tienen su origen en el pie y podrían mejorar enfocando mejor el tratamiento de los problemas del pie.

-¿Cómo ha evolucionado la cirugía del pie en los últimos años?

-Dentro de la especialidad de traumatología creo que fue la que más evolucionó y más rápidamente en los últimos años, por varios motivos. Primero, porque hay implantes específicos que hasta hace poco no existían. Segundo, porque se han descubierto técnicas anestésicas que permiten un postoperatorio mucho más indoloro, con lo cual mucha gente se animará. Y tercero, hoy hacemos cirugías mucho menos agresivas que permiten una corrección prácticamente igual que las convencionales, pero con una recuperación mucho más rápida, menor daño y menos complicaciones. Por eso, la cirugía del pie ha crecido exponencialmente.

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