Piden cárcel para dos cazadores acusados de quedarse con 115.000 euros de su asociación

Se aprovecharon de los cargos de responsabilidad que ostentaban en una asociación cinegética del Oriente para quedarse con más de 115.000 euros de la misma. Es el relato que hace la Fiscalía del Principado en su escrito de acusación contra el expresidente y el exsecretario de la sociedad de cazadores La Parraguesa, de Parres y Cangas de Onís, quienes serán juzgados hoy, a partir de las diez de la mañana, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, en Oviedo.

En su escrito, el fiscal sostiene que los acusados ocuparon los cargos de presidente y secretario de la entidad entre 2006 y 2014 y que, «aprovechándose de esta circunstancia, dispusieron de distintas cantidades de las cuentas de la entidad, a través de la presentación de pagarés, la realización de reintegros, la emisión de facturas, de órdenes de pago y de cargos bancarios, así como de transferencias».

Unas operaciones, agrega el ministerio fiscal, que «carecían de respaldo contable o económico alguno». Y es que, según se refleja en el escrito de acusación, ambos cazadores, «con el objetivo de eludir el control de terceros, evitaron externalizar la contabilidad de la sociedad, que era llevada personalmente por ellos mismos con transparencia nula, al no existir los libros contables obligatorios». En total, ambos exdirigentes se quedaron, supuestamente, con 115.293,68 euros.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de «un delito continuado de apropiación indebida» y solicita que se condene a cada uno de los acusados a tres años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena, así como al pago de sendas multas de 2.700 euros y el abono de las costas procesales. Además, reclama que los acusados indemnicen a la asociación con 115.293,68 euros.

Fue con la llegada de una nueva directiva a la sociedad de cazadores La Parraguesa, tras las elecciones celebradas en pleno verano de 2014, cuando se descubrió el desfalco. Los nuevos administradores se encontraron con que la entidad no tenía dinero para hacer frente a los salarios de sus empleados ni para abonar los daños producidos por las especies cinegéticas en la zona. Así, fue necesario convocar una asamblea en la que se dio a conocer a los socios la situación y estos, además de aceptar una derrama para dotar de fondos a la sociedad, decidieron llevar el caso ante la justicia.