El Pleno de organización acrecienta la tensión en la Corporación llanisca

Ya desde esos primeros puntos del orden del día, el PSOE -intervinieron en la sesión varios de sus concejales, además de Antonio Trevín, Óscar Torre, Esteban Amieva, Luis Arenas, Pablo Cueto, Laura Inguanzo y Arantxa Miguel- reclamaba «menos autoritarismo» y defendía que habían llevado sus propias propuestas. Y una y otra vez equipo de gobierno (VecinosxLLanes y PP) y oposición chocaban.

Y uno de esos puntos de fricción lo centró el dinero, el coste de las liberaciones y la aprobación de dietas en caso de que los ediles no liberados tengan que asumir alguna labor por encomedación de Alcaldía.

Este último asunto provocó uno de los momentos más tensos de la sesión. Era el concejal socialista Pablo Cueto, que se estrenaba en el Pleno, quien lanzaba la pregunta: «Para qué son esas dietas? ¿Son para asegurar algún sueldo?». La réplica llegaba en forma de estocada: «Entiendo su preocupación, pregunte a quienes le precedieron... Eran un vergüenza, unas prácticas que le costaron dinero al Ayuntamiento, al reclamarlo la Seguridad Social», espetaba Riestra. El alcalde también insistía en que el anterior mandato ni una sola vez se recurrió al uso de esas dietas, en contra de lo que sucedió, añadió, durante la etapa socialista. «Había un edil del PSOE que usaba esas dietas para hacer eso, para sueldos encubiertos. Por eso ustedes piensan que vamos a hacer lo mismo», añadía Riestra. Y mientras Pablo Cueto le instaba, fuera de su turno de palabra, a retirar esas dietas, el alcalde le animaba a preguntar se actual portavoz, Antonio Trevín, «que es el que dio los sueldos encubiertos».

Las dietas -70 euros una jornada completa y 35, media- fueron aprobadas con el voto de calidad del alcalde, como el resto de cuestiones, dado que faltó el concejal Xuan Valladares (VxLl).

También chocaron equipo de gobierno y PSOE a cuenta de los sueldos. El alcalde cifró en 212.800 euros brutos al año el coste de las cinco liberaciones exclusivas y una parcial. El PSOE, en medio millón.

«Del pasado no tenemos problema en hablar ni aquí ni en lo tribunales», decía Trevín al inicio de su intervención en esta cuestión. Y al pasado se volvió tras criticar el concejal socialista la subida de un 14% del sueldo del alcalde y del 20% del concejal Valladares, que lleva Agroganadería y Hacienda, con una liberación del 75%. Incluso llegó a señalar Trevín que la diferencia de sueldos «ahonda en la brecha de género». Dado que, criticó, los «tres machos alfa» son los que más cobrarán -3.300 euros brutos al mes el alcalde y el edil de Urbanismo Juan Carlos Armas y 2.150 Valladares con la liberación parcial: 2.150 percibirán las ediles de Servicios Sociales, Pueblos y de la Villa. «La pasta es el cemento de esta coalición», remató Trevín.

El regidor contraatacó remontándose a los tiempos del PSOE al frente del Ayuntamiento y al sueldo del propio Trevín. «Este alcalde cobra 337 euros menos que el que estaba hace 21 años», le respondió. Además de recordar que hace catorce años el sueldo de la regidora era de 4.125 euros. «Hoy en día que creo que hasta incumpliría la ley», esa cantidad apostilló.

«Mi sueldo era un 10% más de que cobraba anteriormente. ¿Qué criterio ha seguido usted?», le preguntó. Y Riestra tiró de datos para acabar antes de dar paso a la votación con una advertencia: «Este alcalde no tiene nada que esconder, ni aquí ni en los tribunales ni en la UE».

No se libró del choque de trenes ni el Patronato de la Fundación Faustino Sobrino, donde el equipo de gobierno propuso y aprobó que tengan cabida un representante de cada grupo municipal. Y además se dio luz verde a que Ángel Álvarez Holguera entre en el patronato a propuesta de una terna.

«Aplican la ley del embudo», decía la socialista Arantxa Miguel, que pretendía que se votara por bloques ese punto del orden del día y apelaba a la representatividad de su grupo. «Hay un equipo de gobierno y otro equipo que está en la oposición, no hay que olvidarlo», le decía Juan Carlos Armas (PP) a ella y al resto del grupo socialista.

En cualquier caso, el alcalde valoró la posibilidad de elaborar un nuevo reglamento para las sesiones plenarias y también incidió en que sacarán adelante una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT), para la que, dijo, «contaremos con la oposición». Y defendió la contratación de un asesor como personal eventual de confianza y «no a dedo que luego se queda como interino», en alusión a los mandatos socialistas.