El Mercáu de Porrúa se consolida como una de las grandes citas del calendario festivo del Oriente. FOTOS: G. F.

Porrúa regresa al medievo para celebrar su mercáu

Miles de personas acudieron a la localidad llanisca para disfrutar de la fiesta, donde no faltaron la música ni el pregón de Héctor Braga

GUILLERMO FERNÁNDEZ

PORRÚA.

Domingo, 27 de agosto 2023, 02:15

A pesar de la intermitente lluvia de ayer, la localidad llanisca de Porrúa, pueblo de 600 habitantes, recibió la invasión pacífica de cerca de ... 15.000 personas dispuestas a comer, beber, disfrutar y no perder detalle en la XXVII edición del mercáu. Una actividad que se inició a mediodía con un pasacalles de sabor medieval.

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Sobre calles asfaltadas con paja seca abría el cortejo un heraldo a lomos de un caballo blanco. Seguían varios burros en el traslado de niños, un carro del país cargado de rapaces, malabaristas, la banda de gaitas Llacín, el grupo Filandón, especializado en bailes y juegos tradicionales, así como una docena de xigantones que causaban el delirio en padres, niños y grupos familiares.

Para conducir el carro del país llegó desde Nava José Vega, acompañado por 'Marino' y 'Rubio', dos poderosos bueyes asturianos que en la 'esquirpia' de varas de avellano entrelazadas transportaron a decenas de críos toda la mañana. Silvia Suárez coordinó las actividades del grupo Filandón, bailes de toda la región, danzas y juegos tradicionales, como la rana, la comba o la pesca de botellas de sidra. Traían de gaitero a Javier Tejedor, al bombo acompañaba Iyana Tejedor y del tambor se ocupaba Miguel García.

Un año más, y ya van diecinueve consecutivos, el pregón del mercáu corrió a cargo de Héctor Braga, quien, subido en un carro, se acompañó de una gaita de rabil para informar al numeroso público que le rodeaba de lo acontecido durante el año a nivel local, regional, nacional y hasta internacional. Definió su actividad como «periodismo hablado, rimado, cantado y recitado».

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Los xigantones fueron el objetivo predilecto de centenares de móviles para inmortalizar a casi todos los visitantes que a lo largo del día de ayer pasaron por Porrúa. La actividad contó también con teatro en la calle y actuaciones musicales a cargo de la banda de gaitas Llacín, dirigida por Vitor Carbajal.

Las principales bocanadas de calor, que poca falta hacía, llegaban desde una enorme parrilla, alimentada por carbón y madera de roble, en la que se prepararon miles de raciones de costillas, criollos y chorizos rojos.

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La actividad comercial, la clave de cualquier mercado que se precie, giró en torno a 150 puestos situados en los anillos interior y exterior de la circular plaza de Porrúa.

En la argolla interior se ubicaban las ofertas alimentarias. La asociación Llacín monopolizaba la comida elaborada: sardinas, lomo, beicon, jamón, cecina, calamares, tartas, galletas, casadiellas, quesadas, borona, bollos preñaos, empanadas, tortillas, tortos, picadillo, frixuelos, arroz con leche y churros. Desde otros tenderetes vendían al detalle quesos, pimentón de la Vera, anchoas de Cue, miel y licores.

La propuesta en el anillo exterior estaba sustentada en artesanos de altísimo nivel y se concretaba en cerca de un centenar de puestos que ofertaban maravillas en cuero, joyería, cristalería, papelería, cera, calzado, alpargatas, jabones, madera, cuchillería, forja, madreñas y champús.

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En la barraca que vendían churros elaboraban el producto con la máquina Elma que a los porruanos dejó en herencia Javier Cano Goti 'El Dorilu'. Y en el de los frixuelos extendían sobre la masa miel de Outerelos, la factoría asturiana que produjo la mejor miel de España en 2022.

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