El Principado acometerá un dragado integral en el puerto de Llanes

«Después de dos años esperando nos nos iban a dejar el puerto a medio dragar», indica el patrón mayor, que aplaude el anuncio a la par que recuerda que la concentración de los trabajos en una única actuación resulta más ventajosa económicamente. «Sé que es costoso hacerlo, pero más caro sería en dos fases y con dos licitaciones».

La zona a la que ahora se ampliarán las obras corresponde al rectángulo comprendido entre el espigón y la lonja, «uno de los espacios más necesarios porque es donde se desembarca el pescado», explica Batalla. Inicialmente, añade, la Consejería de Infraestructuras tenía previsto acometer este dragado «el año que viene».

La espera no convencía al gremio de pescadores llaniscos, que reclama desde hace años la adecuación de su espacio de trabajo. «Está bien lo que ya están haciendo, pero faltaba el remate. La zona de la lonja hace más de una década que no se draga», lamenta José Antonio Díaz, conocido como 'Tinchu'. La ausencia de actuaciones en ese espacio motiva que las embarcaciones que se acercan a la dársena para depositar las capturas «queden encalladas». «Si entra un barco grande ahí no puede sacar el pescado ni cargar», señala José del Rosal. Los propios pescadores calculan que el calado actual de este espacio es inferior a los dos metros. «El otro lado está quedando muy bien y ya que están aquí las máquinas que se queden y que lo acaben», insta Del Rosal. «Es una tontería que se vayan y tengan que volver dentro de un mes».

Según las previsiones indicadas por la Consejería de Infraestructuras a este periódico, el dragado del espacio inicialmente contemplado finalizará antes de 2018. Del total de 4.350 toneladas que se estimaban en la actuación, se han dragado por el momento «unas 2.000», lo que sitúa a los trabajos iniciados en la última semana de octubre en la mitad del proceso.

En el puerto pesquero de Llanes trabajan desde el cantil actualmente tres retroexcavadoras con brazos de distinta longitud y tonelaje, así como cinco tráileres y tres camiones volquetes que transportan los materiales extraídos de la dársena pesquera al vertedero de Castañeda, en Cantabria. Esta medida para deshacerse de los sedimentos fue adoptada tras dictaminar un informe que los materiales presentaban un alto contenido en mercurio y otros metales pesados. Los sedimentos dragados por medios terrestres se trasladan a la planta cántabra del grupo Sadisa, especializado en la gestión de residuos.