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El acusado a las puertas de los juzgados antes de la vista fijada para julio, que se suspendió. HUGO ÁLVAREZ
A prisión el hostelero de Cangas de Onís acusado de prender fuego a su pareja

A prisión el hostelero de Cangas de Onís acusado de prender fuego a su pareja

El juez alega que existe riesgo de fuga y que el hombre puede atentar contra la víctima, quien ayer cambió su versión sobre lo ocurrido

ROSALÍA AGUDÍN

OVIEDO.

Miércoles, 11 de diciembre 2019, 00:22

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Llegó a los juzgados por su propio pie y acabó la jornada en la cárcel de Asturias ante el riesgo de fuga y el temor de que atente contra la víctima. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial decretó ayer prisión provisional y sin fianza para un hostelero de Cangas de Onís, después de la vista celebrada en el Palacio de la Justicia de Oviedo por la mañana. En la sesión, que se había suspendido dos veces, el hombre negó haber prendido fuego a una mujer en 2016 y ella, que sufrió quemaduras en el 26% del cuerpo, secundó esta versión. Lo hizo después de mantener durante un par de años que el suceso se debió a una agresión de la que era su pareja.

La causa se remonta al 13 de mayo de 2016. La Fiscalía, que pide para el acusado seis años de prisión, apunta que ambos mantenían una relación sentimental y en el momento de la agresión se encontraban en el restaurante del acusado, ubicado en la carretera AS-114. El hombre, a eso de las 5.30 horas, presuntamente cogió una garrafa de alcohol, la tiró por encima de la mujer y le prendió fuego. Le causó «gravísimas quemaduras» y tuvo que ser atendida en tres hospitales: el de Arriondas, el HUCA y La Paz en Madrid. Tardó 271 días en curarse y las secuelas estéticas le quedarán de por vida.

La mujer en todo momento apuntó ante los doctores que había sido agredida por su pareja. Esta versión la secundó en las «once» visitas que hizo al médico forense y en septiembre de 2016 acudió al cuartel de la Guardia Civil para poner la correspondiente denuncia. Allí volvió a reiterarse, aunque ayer apuntó que no se acuerda de «nada» porque «estaba bebida».

La representante del ministerio público no daba crédito a lo que estaba escuchando debido a las contradicciones que hubo. La víctima, en un primer momento, negó haber mantenido una relación con el acusado a pesar de que fue ella quien lo advirtió en la denuncia: «Fueron los policías quienes me dijeron que declarase que él era mi pareja para poder tener una orden de alejamiento». Hecho que después fue negado por el propio agente.

A continuación apuntó «no saber» por qué había declarado en la fase de instrucción que le había pegado de forma previa y justificó todas sus contradicciones afirmando que la habían engañado. «Una chica se inventó todo porque él -por el acusado- la echó de su casa. En un principio yo pensaba que ella había estado en el momento de los hechos pero no fue así», indicó.

Tras su declaración, el juez Javier Domínguez Begega pidió que hablase una amiga del acusado. Lo hizo por videoconferencia y allí apuntó que sabía que el investigado «había quemado» a la víctima. Ella no presenció los hechos, pero en una conversación que mantuvo con él le dijo «que se iba a ir de España porque le iban a meter en la cárcel».

Este relato fue el que colmó el vaso. La vista acabó minutos después y Begega ordenó que todos los asistentes abandonasen la sala excepto el acusado y su abogado. Fue entonces cuando se acordó el ingreso en prisión del hombre. «El acusado es autor de los hechos por los que se ha traído a juicio y el Tribunal asienta su conclusión en las declaraciones prestadas por la víctima en la fase instrucción», obra en el auto en el que se motiva su ingreso en prisión. La víctima después de conocer esta versión lloró.

Seis años de cárcel

El acusado cumple ahora prisión provisional en la cárcel de Asturias hasta que la sentencia sea firme. La Fiscalía modificó ayer sus conclusiones porque en un principio pedía un lustro de prisión por un delito de lesiones. Ayer elevó la petición a seis años y también solicitó una orden de alejamiento de medio kilómetro durante diez años. La defensa, en cambio, pidió su absolución.

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