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Regresa la fiebre del 'oro blanco'
Setenta anguleros participarán este año en la campaña en la costa oriental | Aunque las condiciones son buenas, la «mala racha» de los últimos años hace que los profesionales comiencen con «máxima incertidumbre»
L. Ramos
Viernes, 1 de noviembre 2019, 04:34
Los anguleros regresan a la costa Oriental. La estampa de decenas de profesionales ataviados con sus característicos impermeables, luces y cedazos en busca del conocido como 'oro blanco', regresaba esta madrugada a las rías del Sella y Tinamayor. Se abre una campaña de la angula que se prolongará hasta el próximo 29 de febrero y que arranca con buenas condiciones para la pesca, pero también muchos interrogantes en cuanto a la cantidad de ejemplares tras la «mala racha» que, según los anguleros, se lleva viviendo en los últimos años.
«El hecho de que estos días de atrás hubiese tantas lluvias es positivo, pues los ríos bajan crecidos y, por tanto, limpios, y además revuelven la mar en su desembocadura, lo que suele ser bueno también para que salga la angula», explicaba ayer el veterano Emilio Peñil, antes de adentrarse en el Cantábrico en la riosellana playa de Santa Marina, donde se dieron cita numerosos anguleros. Lo hicieron varias horas antes de lo previsto de forma inicial –este atardecer– con la intención de aprovechar la marea y «no perder así un día de mar».
Sin embargo, según indicaban los profesionales, las buenas condiciones no son sinónimo de un buen arranque de la costera, pues «hasta que no llevemos unos cuántos días no podremos saber cuánta angula hay». En este sentido, Peñil señaló cómo estos peces, debido a su pequeño tamaño, «dependen mucho de que las corrientes las lleven hacia uno u otro lado».
Influye también la luna, que actualmente está en fase creciente, algo negativo para la pesca de la angula, que suele salir en mayores cantidades durante las llamadas oscuradas, los periodos que van desde el cuarto menguante al cuarto creciente. La primera de la presente costera será a mediados de mes y los anguleros esperan entonces obtener buenas capturas. Hasta entonces, apuntaba ayer el riosellano, «este primer fin de semana será un poco de calentamiento, para ir haciendo brazo».
Y es que la suya es una profesión complicada, de ahí –y de la escasez de angula– el elevado precio que esta especie suele alcanzar en las subastas. «Cada jornada estamos más de diez horas en la mar y aunque los neoprenos ayudan, la humedad al final te cala», explicó, y recalcó el carácter eminentemente artesanal de este arte de pesca. «No hay maquinaria de ningún tipo, lo haces todo tú con el cedazo, y tienes que levantarlo muchas veces para poder obtener cien gramos de angula, que al principio de la campaña son unos 260 ejemplares, pero a finales, cuando adelgazan, sobre 300», aseveró.
En términos similares se expresaba Jesús Peñil, patrón mayor de la otra cofradía del Oriente donde esta costera tiene un gran peso, la de Bustio. «Arrancamos con máxima incertidumbre, pues hasta que no pasen unos días no se verá cómo está la situación», apuntó, e indicó que «el año pasado la campaña fue floja, confiamos en que esta vez mejore». Y es que, recalcó, la angula supone casi la mitad de los ingresos de la cofradía ribadedense y sus pescadores.
Hoy, primera subasta
La primera subasta de la temporada tendrá lugar hoy, a las once de la mañana, en la rula riosellana. En el transcurso de la misma se sabrá de una vez qué precio alcanzan los primeros ejemplares capturados en la presente costera. El pasado año el distribuidor Luciano Álvarez llegó a abonar 4.970 euros por kilo de unas angulas que finalmente se degustaron en la marisquería Sotamar, ubicada en Gijón.