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Ayuntamiento de Llanes, sin presupuesto por falta de interventor. N. A.
Seis de los ayuntamientos del Oriente finalizan el trimestre sin presupuestos

Seis de los ayuntamientos del Oriente finalizan el trimestre sin presupuestos

La falta de interventor en Llanes, la deuda en Ponga y una tramitación que se retrasa en Ribadesella y Cangas son las razones señaladas

GLORIA POMARADA

LLANES.

Lunes, 2 de abril 2018, 00:44

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Con el primer trimestre del año ya vencido, seis de los catorce ayuntamientos de la comarca oriental continúan sin presupuestos municipales para 2018. Algunos ultiman estas semana las cuentas para llevarlas a pleno a principios del segundo trimestre del año. En otros, sin embargo, ni están ni se las espera. La casuística que motiva la ausencia de documentos presupuestarios en tres de los consistorios de mayor tamaño de la comarca, Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís; así como en Cabrales, Peñamellera Alta y Ponga es variada. Desde la falta de personal competente para su tramitación a una deuda que imposibilita cuadrar las cuentas, pasando por una tendencia cada vez más extendida de aprobar los presupuestos ya avanzado el año, opción a la que tampoco es ajeno el propio Gobierno nacional, que tras aprobar el proyecto el pasado martes debe aún llevar las cuentas al Congreso.

En la administración más cercana, Llanes es el ayuntamiento que se enfrenta a las mayores dificultades debido a la ausencia de interventor, de baja desde diciembre. Este funcionario es el encargado de las cuestiones económicas, entre ellas el informe de los proyectos presupuestarios y sus expedientes de modificación. «No se puede hacer nada sin interventor», sostiene la teniente de alcalde y edil de Hacienda del cuatripartito llanisco, Marián García de la Llana (Foro). Hace dos semanas el Ayuntamiento publicaba las bases de la bolsa de empleo llamada a cubrir la baja mediante un interventor interino, un proceso que desde el propio cuatripartito estiman que no culminará hasta finales de mayo.

«La mayor preocupación es la liquidación de 2017, el remanente que va a arrojar es importante y es lo que podemos utilizar para inversiones», explica De la Llana. El plazo para la liquidación del pasado ejercicio, recuerda, culminó el 31 de marzo. Ya en 2017 el Ayuntamiento no consiguió aprobar las cuentas municipales, presentadas en agosto y rechazadas ese mismo mes por el interventor al encontrar «deficiencias graves». Así las cosas, el cuatripartito opera con el presupuesto prorrogado de 2016. «La realidad de entonces no es la misma que la de ahora, fueron nuestros primeros presupuestos y en algunas partidas nos quedamos cortos, en otras largos», indica la edil de Hacienda.

Llegar a acuerdos

El otro de los casos con peores perspectivas en la comarca es el de Ponga, donde el Ayuntamiento se ha visto obligado a prorrogar las cuentas municipales por noveno año consecutivo debido a la deuda, de 900.000 euros, en el capítulo de pago a proveedores. La cifra ascendía a 1,5 millones cuando el actual equipo de PSOE y PP llegó al gobierno tras la legislatura bajo mandato forista. «La deuda y las sentencias judiciales hacen que el Ayuntamiento no pueda aprobar los presupuestos porque son deficitarios», explica la alcaldesa, Marta Alonso (PSOE). Esta pasada semana trasladaba a los ponguetos, visiblemente afectada, la «dura» situación. El Consistorio llegó a contar con un documento presupuestario de 1,2 millones de euros para este ejercicio, pero una sentencia judicial de enero que obliga a pagar cerca de 90.000 euros de deuda truncó sus planes.

En Ribadesella, el gobierno de Foro -con seis de los trece concejales de la Corporación- presentaba hace unos días el documento presupuestario, de 7,7 millones de euros, y la previsión es empezar a negociar con los grupos a partir de esta misma semana. «Intentaremos llevarlo al próximo pleno», explica el teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Pablo García. Que las cuentas vayan con «un poco de retraso» se explica por la intención del gobierno local de «mirar muy bien el IBI y cuadrar todo lo mejor posible», defiende García.

También en Cangas de Onís, con mayoría absoluta del PP, señalan su voluntad de someter los presupuestos a votación en el pleno de «abril o mayo». En 2017, los presupuestos se aprobaron a finales de julio. Por el momento, explica el alcalde, José Manuel González Castro, las cuentas no están cerradas. Cuestiones como la tramitación o la necesidad «de dar prioridad a otras cosas» explican la dilación del proceso, apunta el regidor.

En el caso de Cabrales, gobernado por el PP con apoyo de Foro y Somos, las cuentas municipales fueron aprobadas el pasado año en mayo, un plazo va camino de repetirse este 2018. «Siempre se suelen aprobar por esa fecha», señala el edil Fernando Nava (Foro), quien detalla que el proyecto está actualmente en elaboración.

Peñamellera Alta se encuentra también en la lista de concejos sin presupuesto. «Principios de abril» es el plazo fijado por el alcalde, José Antonio Roque (Foro) -con mayoría absoluta- para tramitar las cuentas.

Los ocho cumplidores

Los ocho ayuntamientos restantes de la comarca sí disponen de presupuestos municipales para este 2018, que han ido aprobando desde el pasado otoño. Cinco de ellos lo hacían ya en 2017, entre los meses de noviembre y diciembre. Se trata de las entidades locales de Caravia (1 millón de euros), Colunga (3,8 millones), Piloña (5,2 millones), Onís (771.000 euros) y Peñamellera Baja (1,7 millones).

Por su parte, entre los meses de enero y febrero los plenos de daban luz verde a las cuentas municipales de Ribadedeva (2 millones de euros), Amieva (830.000 euros) y Parres (5 millones).

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