«Sorna» cabraliega contra el exceso de velocidad: «Conduce despacio. No sobran vecinos»

Con el humor e ingenio como aliados, en Carreña plantan cara a dos problemas muy serios: el exceso de velocidad y la despoblación. «Conduce despacio. No sobran vecinos» es la advertencia que desde septiembre preside una cuesta conflictiva de la calle María Cristina de la capital cabraliega. La señal es obra de Fidela Díaz Herrero, quien cansada de la velocidad de los coches tiró de imaginación para combatirla: «Es una tapa de contenedor y esta sujeta con alambres», relata sobre su creación.

Fue a lo largo del pasado verano cuando tanto ella como su familia observaron el creciente problema del tráfico, agravado por el hecho de que algunos GPS indiquen a los turistas erróneamente que por esa calle se llega a Asiegu, de moda tras alzarse en 2019 con el premio a Pueblo Ejemplar de Asturias.

Justo detrás del poste donde luce la señal está la conocida como 'Terracina de todos', punto de encuentro y tertulia de los vecinos del barrio en las noches de verano. También allí juegan niños como los sobrinos de Fidela Díaz Herrero. «Los coches incluso pegan como un bote y es un peligro porque hay críos y gente mayor», explica.

Gente, sin embargo, cada vez queda menos en Carreña como bien advierte en la señal. «La sorna que no se quite, se consigue más con miel que con vinagre», bromea. A tenor de la reacción de los conductores, la fórmula ha sido todo un éxito, pues los vecinos sostienen que «la gente va más suave, sí que valió».

Humor a un lado, en Carreña -con 369 habitantes censados en el conjunto de la parroquia- subyace el problema de una población menguante. «Es una barbaridad la gente que va faltando, somos pocos y da pena», comparte. En el barrio, buena parte de las casas están vacías, a la espera de recobrar cierta vida con los visitantes del verano. Dos termómetros toma como referencia Fidela Díaz Herrero para evidenciar la progresiva pérdida de población: la fiesta de La Salud y los entierros, en los que «se nota la falta de gente».

Eso sí, quienes pasan por la calle María Cristina tienen ya parada obligada para tomar una foto de la señal. Fue precisamente a través de una instantánea compartida esta semana en redes sociales por el escritor e investigador Inaciu Galán como se viralizó seis meses después de su colocación el llamativo cartel. El renovado interés se lo toman en Carreña sin perder su buen humor.

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