La subida de los precios lastra la reciella y el vacuno en la Montaña de Covadonga

La Montaña de Covadonga contará esta temporada con 399 reses menos pastando en libertad. El descenso, del 6,2% respecto a 2021, afecta tanto a la reciella como al ganado mayor, que hasta la fecha venía aguantando mejor el desplome en el número de cabezas. En el caso del bovino, la bajada es del 6%, mientras que en cabras y ovejas se sitúa en el 6,3%. Según las cifras del Ayuntamiento de Cangas de Onís, a los pastos de esa zona del Parque Nacional de los Picos de Europa subirán esta campaña un total de 6.030 animales, de los cuales el grueso serán vacas, hasta 3.897. Un año antes habían sido 4.134, descenso que se repite en las novillas: de las 1.018 de 2021 pasan a las 946 de este ejercicio. Los toros, por su parte, descienden hasta los 105, nueve menos.

Los datos a la baja se repiten en la reciella, con 973 cabezas. De ellas, 692 corresponden a ganado lanar y 281 a cabrío. La pasada campaña, las cifras habían sido de 728 y 311 respectivamente. Los cerdos se mantienen en cinco, mientras que las yeguas se sitúan en 104, quince menos.

Para el concejal de Ganadería cangués, Gonzalo Suero, la explicación del descenso reside en la situación que atraviesa el sector, especialmente a raíz del incremento de costes. «La gente vendió muchos animales entre otoño y primavera», apunta el edil, quien señala como uno de los principales factores al precio de los piensos.

La Montaña de Covadonga, paradigma de la ganadería en extensivo, está considerada como la mayor agrupación de pastos en cuanto a cabezas y superficie de Europa. Los pastos comunales alcanzan las 1.575 hectáreas.

A partir de este lunes, la temporada quedará abierta para el ganado mayor, mientras que la reciella tendrá que aguardar, como es tradición, al 1 de junio. En este inicio de campaña la situación del pasto no es halagüeña por el momento, pues la primavera no acompaña y ha llegado a nevar este mes de abril. «El pasto está muy atrasado», señala Suero. A ello se suma que los terrenos, tanto dentro como fuera del Parque Nacional, están de nuevo dañados por los jabalíes.

A los motivos de preocupación de los ganaderos se añade el lobo, con ataques que en los últimos días se repiten por la zona baja, explica el concejal de Ganadería. Una vez que las reses estén en el puerto, «va a haber muchos daños porque no se está haciendo ningún control», augura Suero, también ganadero.

El descenso de reses no solo se ceba con Cangas de Onís, sino que se extiende también al vecino concejo de Onís. Este 2022 pastarán en libertad un total de 3.899 reses frente a las 4.244 de la pasada temporada, lo que supone un descenso del 8,1%. El mayor bajón lo experimenta el ganado caprino, que pasa de 975 cabezas a las 552 previstas para este año. El ovino, por contra, aumenta y pasa de 746 animales a 827.

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