La Universidad de Oviedo se interesa por las investigaciones sobre Enriqueta González Rubín
El profesor Darío de Dios Sanz ha ofrecido su colaboración a los vecinos que indagan en la figura de la escritora riosellana
JUAN GARCÍA
RIBADESELLA.
Viernes, 13 de enero 2023, 01:30
La Universidad de Oviedo ha mostrado su interés por la investigación de los vecinos de Santianes del Agua y Lloviu en torno a la figura de la escritora Enriqueta González Rubín. El profesor de Literatura y Filología Asturiana de la Facultad de Magisterio Darío de Dios Sanz ha contactado con Iván Grande, vicepresidente de la asociación El Tinganón Bajo, de Lloviu, para ofrecer su colaboración. Así que, cuando dispongan de la autorización de acceso al desván que quieren escudriñar, «me acercaré a Lloviu para servir de apoyo en el análisis de los documentos que puedan aflorar», afirmó. Confía en que pueda encontrarse alguna foto, «porque aún no conocemos cómo era su imagen».
De Dios reconoció que son muy pocos los documentos existentes sobre la escritora de Santianes. Como la mayor parte de sus publicaciones se realizaron en la prensa de la época, «todo se perdió en el incendio que afectó al archivo de la Universidad donde se guardaba la prensa del siglo XIX», aclaró.
No obstante, el profesor aportó algunos datos sobre Josefa Rita Enriqueta González Rubín, nombre con el que fue bautizada tras su nacimiento el 17 de abril de 1832 en Santianes del Agua, concejo de Ribadesella. Lo hizo en el seno de una «familia acomodada, aunque con el paso de los años fue perdiendo poder adquisitivo y llegó a pasar apuros». A los 22 años se convirtió en madre soltera, aunque el bebé muere a los dos meses. Cinco años después, en 1859, contrae matrimonio con Juan Echevarría y juntos se marchan a vivir a Lloviu.
«Calidad» de sus textos
En 1861 regresan a la casa familiar de Santianes y en 1865 se instalan en el barrio de La Atalaya, donde permanecen hasta 1874, año en el que la familia fija su residencia en Infiestu, donde fallece el 9 de noviembre de 1877 de un cáncer, dejando ocho hijos e hijas. Su marido muere cinco años después, haciéndose cargo de la prole la hija de mayor edad, que se traslada a El Cobayu de Ribadesella. «Aquí se diluye toda la información de la descendencia», añadió De Dios.
Como escritora, lo hizo tanto en castellano como en asturiano y «con igual soltura en las dos lenguas». El profesor destacó la «calidad» de sus textos, pero también la «innovación» que supuso su obra. Hizo crítica política «muy dura y con mucha sorna», defendió los derechos de la mujer «censurando los malos tratos dentro del matrimonio, criticando los matrimonios concertados o que todos los hombres ocupasen todos los oficios», añadió.
La primera novela que se conserva de la literatura asturiana, 'Viaxe del tíu Pacho el Sordo a Ovieu', fue escrita por ella en 1875. Aunque según Fermín Canella, en 1864 ya había escrito otra novela por entregas en el periódico 'El Faro Asturiano'. «Es posible que haya escrito no solo la primera sino también la segunda novela de la literatura asturiana», dijo.