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La Fundación Oso Pardo cree difícil poder devolver al osezno de Liébana a su hábitat

El animal fue capturado el pasado miércoles tras pasar más de dos meses merodeando, herido, por la localidad cántabra

E. C.

OVIEDO.

Sábado, 27 de enero 2018, 02:18

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La Fundación Oso Pardo «celebra» que «finalmente» se haya capturado el miércoles por la tarde al osezno herido que merodeaba por Liébana (Cantabria), aunque advirtió de que la «tardanza podría dificultar su reincorporación al medio natural». En un comunicado hecho público ayer, la entidad tildó de «éxito» la forma en la que se llevó a cabo la captura, «con rapidez y limpieza» por parte de la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de Cantabria con la colaboración del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente.

La Fundación cree «que se podía haber actuado de la misma manera ya en el mes de noviembre» cuando -dice- «estuvo operativo el primer dispositivo de captura, aunque solo por unos días». Una acción decidida en aquel momento habría evitado un posible proceso de habituación del animal y la alarma social generada en el pueblo de Cambarco; alarma que fue en aumento a lo largo de los casi cuarenta días en que se mantuvo suspendido el operativo de captura a pesar de la petición insistente por actuar que hacíamos desde distintos sectores a la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria», apuntó.

Curar su pata herida

La Fundación Oso Pardo criticó que durante todo ese tiempo, más de un mes, se haya «permitido» que el osezno, con sus capacidades físicas mermadas, haya seguido alimentándose en entornos humanos, «exponiéndose a accidentes o a ocasionar él mismo algún incidente con personas o animales domésticos».

Aunque cree que se perdió «un tiempo importante», defiende que «la prioridad ahora debe ser intentar devolver al osezno al medio natural, siempre y cuando los veterinarios consigan curar la herida de su pata y aconsejen su retorno a la libertad». En este sentido, indicó que en el caso de que sea posible, el animal deberá estar radiomarcado para seguir sus movimientos, ya que «hay un alto riesgo de que vuelva a acercarse a los pueblos». Si el retorno a su hábitat no se llevara finalmente a cabo, «las condiciones de cautividad tendrían que cumplir las mejores garantías de bienestar animal», advirtió la Fundación Oso Pardo, que a su vez solicitó a la Fiscalía de Medio Ambiente que investigue las circunstancias en que el osezno resultó herido por si pudieran derivarse consecuencias legales.

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