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Una terapeuta ocupacional trabaja con niños en el aula móvil de estimulación multisensorial. E. C.
Padre Ossó proyecta abrir una clínica universitaria para niños con alteraciones de desarrollo

Padre Ossó proyecta abrir una clínica universitaria para niños con alteraciones de desarrollo

Busca la participación de las administraciones y «cierto mecenazgo» para atender a menores desde 6 años y que «el coste sea mínimo para los padres»

ELENA RODRÍGUEZ

OVIEDO.

Lunes, 8 de noviembre 2021, 01:13

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Casi el 15% de los niños de la segunda etapa de Infantil (de tres a cinco años) tiene alteraciones de desarrollo que no han sido detectadas por su pediatra. Es una de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Facultad Padre Ossó, centro adscrito a la Universidad de Oviedo, que revela los problemas con los que estos pequeños llegan a Primaria. Además, justo en la edad en la que empiezan dicha etapa (seis años) finaliza el servicio de Atención Temprana (al Desarrollo) y en los colegios se produce un vacío difícil de cubrir, puesto que el perfil de los orientadores (psicólogos, sobre todo) se centra más en reconducir desfases curriculares y no en atender problemas que, en muchos casos, provienen de algún tipo de discapacidad.

Antes de que Adrián Barbón ganase las elecciones regionales y Carmen Suárez fuese consejera de Educación, el centro había suscrito un acuerdo con su antecesor, Genaro Alonso, para sufragar e introducir en los centros escolares (ya fueran públicos o concertados) la figura del terapeuta ocupacional y del educador social, como otras comunidades autónomas. La idea era favorecer la inclusión de los niños y jóvenes con discapacidad en las aulas, además de ayudar a frenar el acoso escolar, la xenofobia o la violencia de género. Sin embargo, con Suárez en el departamento, se frenó y no tuvo más recorrido.

La facultad, no obstante, ha seguido y sigue adelante para cubrir ese vacío. Hasta la fecha lo ha hecho con una iniciativa innovadora en Asturias, pero muy extendida por Europa desde los años setenta. Se trata de un aula móvil, itinerante, denominada 'La Caravana de los sentidos', con distintas zonas para trabajar la estimulación multisensorial dirigida a todo el alumnado, pero especialmente a aquellos con necesidades educativas especiales.

Los profesionales, con la asesoría de la facultad y acompañados también por voluntarios, han atendido a 400 niños. en la zona rural de Asturias en intervenciones específicas diseñadas previamente con cada colegio. Se trata de una iniciativa con la que el centro está muy satisfecho. Además, acaba de ser reconocida con dos premios: el de la Escuela de Salud de Tineo y el de Investigación Silvia Sanz, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Más tras la pandemia

Con esta trayectoria -es la única facultad de Asturias que imparte el grado de Terapia Ocupacional, con 200 alumnos, y el respaldo de 'La Caravana de los Sentidos'-, la facultad que dirige José Antonio Prieto planea dar un paso más: abrir una clínica universitaria, sin ánimo de lucro, para atender a estos niños. «Es un proyecto que llevamos pensando desde que empezamos en el decanato», apunta. Y va cobrando pulso después de dos años de pandemia, en el que los servicios de atención a estos menores quedaron muy paralizados.

«Tenemos espacio, por lo que podríamos abrirla en la facultad. La idea es apostar por un modelo mixto, en el que participen también las administraciones públicas, las consejerías pertinentes, para que todos estos niños puedan ser atendidos y los costes no recaigan directamente sobre las familias. Lo que queremos evitar es que éstos sean mínimos», a diferencia de consultas en centros privados a 150 euros la sesión.

Prieto está convencido de que es viable. «El material es caro, pero con una buena iniciativa, podemos tener cierto mecenazgo. Al frente estaría un equipo de profesionales multidisciplinar, liderados por terapeutas ocupaciones, del que formarían parte pedagogos, psicólogos, logopedas... Todos los que el niño necesita para ser acompañado. Habría un 'feedback' mutuo: los niños avanzarían en su estimulación y sería un aprendizaje para los alumnos». Después, «en la medida en que podamos, crecer en otras áreas, como trabajar en la autonomía de las personas mayores.

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