La pandemia retrasa la mejora de las sedes judiciales del Principado

La cuestión es que el compromiso del presidente autonómico de agrupar las sedes judiciales de Oviedo en un único emplazamiento no se podrá llevar a cabo en este mandato. Ni por plazos ni por dinero. La consejera de Presidencia, Rita Camblor, competente en la materia, informaba esta misma semana en sede parlamentaria de un convenio con el Colegio de Arquitectos para testar el estado de las diferentes sedes. Aunque hace un mes, en un acto en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), también reconocía la inviabilidad económica del proyecto a corto y medio plazo.

Para ese primer diagnóstico de la situación se han consignado 75.000 euros. Pero poner fin a la dispersión de las sedes judiciales de Oviedo y a su falta de espacio constituye una prioridad que la covid ha convertido en urgencia. La pandemia restringió el margen de maniobra del Principado, del mismo modo que evidenció las carencias de los juzgados asturianos.

Como ejemplo: la escasez de salas de vista con tamaño suficiente para poder llevar a cabo actos procesales manteniendo la distancia de seguridad recomendada. «Resulta especialmente urgente la reforma de la sede del Juzgado de Guardia de Oviedo, que por sus reducidas dimensiones no permite la celebración de vistas con las mínimas garantías de seguridad y salubridad», destaca la última Memoria Judicial presentada por el TSJA.

Cabe recordar también que el partido judicial de Langreo tendrá que esperar hasta 2023 para contar con un edificio que permita unificar sus tres sedes; que el juzgado de Pravia comparte espacio con el Ayuntamiento, a la espera de sede propia (se licitarán las obras a finales de año) ; que el de Lena no reúne unos mínimos de accesibilidad; en Cangas del Narcea, los problemas son continuos por la antigüedad de las instalaciones; y en Cangas de Onís tampoco se trabaja en las mejores condiciones. De ahí que desde el TSJA se insista en la conveniencia de elaborar un Plan Integral de Infraestructuras desde la Administración autonómica.

Elconvenio con el Colegio de Arquitectos es un primer paso para esa «imprescindible» acción de conjunto. Entretanto, los problemas se acumulan. Los juzgados de la calle Concepción Arenal «adolecen de numerosos defectos; tiene pasillos estrechos, con despachos sin luz natural», detalla el TSJA en su memoria de actividad. Y añade: «El Juzgado de Guardia está en un espacio reducido, por debajo de la línea de la calle, sin posibilidad de ventilación».

Lo mismo que la sala del Juzgado de Violencia contra la Mujer, que es pequeña y carece de ventilación adecuada. Hasta el punto de que el módulo para preservar la intimidad de las víctimas ha tenido que ser habilitado en una zona de pasillo. Y en los juzgados de Familia, quienes asisten a los juicios o comparecencias tienen que esperar en la escalera, también por falta de espacio.

En cuanto a Avilés, destacar que, antes de que termine el año, contará con el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8. Una buena noticia que no será plena hasta que se aborde la necesaria ampliación del edificio de la calle Marcos del Torniello. Se habla de «medio o largo plazo», así que, a la espera de que se ejecuten las obras de ampliación, habrá que desplazar servicios auxiliares -como médicos forenses o equipo psicosocial- para hacer sitio al nuevo juzgado.

Suma y sigue: los juzgados de Siero, el cuarto municipio de Asturias en población, se han quedado tan obsoletos que, según denuncian los jueces, en los ascensores no entra una silla de ruedas y, «en múltiples ocasiones, el personal del Juzgado, el magistrado y el letrado tienen que desplazarse hasta el hall para practicar diligencias». Caída de agua, problemas con el sistema de calefacción o armarios sin puertas terminan de dibujar la situación que ponen de manifiesto desde el TSJA.