Paradores invertirá 1,5 millones en el de Cangas de Onís para rehabilitar la fachada

Para la red hotelera, «el segundo semestre de 2021 fue el mejor» de su historia y ha iniciado 2022 «con los mismos niveles de turismo que en 2019». Ahora, cuando la pandemia empieza a llegar a su fin, la guerra en Ucrania ha complicado de nuevo el contexto. «Vivimos un momento dramático desde el punto de vista humano», afirma Saura quien, en el plano turístico y económico no se muestra en absoluto pesimista.

«Por el nivel de reservas, va a ser una Semana Santa buena y, aunque la guerra ocasione efectos negativos, el crecimiento del turismo va a ser positivo».Lo cree porque «el incremento de precios no va a ser permanente, hay que considerar que las medidas del Gobierno van a ser importantes y atenuarán esta coyuntura (de subida de los combustibles) y el crecimiento para este ejercicio, el siguiente y el otro es robusto. Puede que baje unas décimas, pero en conjunto será positivo». Apunta que «la pandemia ha acelerado el cambio hacia un modelo de turismo más sostenible, que no agrede el medio natural y aporta valor». Responde, indica, al que lleva a cabo Paradores, «ayudando a luchar contra el reto demográfico, retener población y diversificar el tejido productivo».

En una línea similar a sus expectativas de manifestó el coordinador del Sistema de Información Turística de Asturias (SITA) de la Universidad de Oviedo, Eduardo del Valle, quien estima que «el escenario de incertidumbre puede evolucionar rápido y que la Semana Santa no sea tan negativa como se pueda prever ahora. La sociedad quiere viajar tras dos años de pandemia».

Del Valle intervino ayer en el simposio, donde remarcó que «la sostenibilidad no es ajena a la sociedad. Sus dimensiones están muy interrelacionadas. No puede haber sostenibilidad ambiental si no la hay económica; ni económica si no integramos en ese ecosistema turístico a la población local y no habrá sostenibilidad real si no hay cogobernanza y trabajamos conjuntamente para establecer unos criterios de búsqueda del bienestar general».

Hizo mucho hincapié en el trabajo privado y público, en la importancia de que las construcciones rehabilitadas tengan certificaciones de calidad y sostenibilidad y que «turismo y agricultura vayan de la mano. Si queremos revitalizar el mundo rural -subrayó- tiene que ser así». En este sentido, ve necesario «flexibilizar la legislación con el fin de que los productos de 'km 0', los de los suministradores de al lado, puedan consumirse en una casa rural, algo que ahora evita. Enconsertamos en la normativa nos lleva a problemas de rigideces. Hay que flexibilizar otras medidas de control o verificación para que se pueda hacer bien y sea seguro».