La ministra Irene Montero, la actriz Daniela Santiago, y el presidente Pedro Sánchez, en el acto institucional del Día de la Mujer EFE

Los partidos ahondan sus diferencias

Sánchez y Montero escenifican una tregua en la coalición, mientras Casado y Arrimadas abogan por la «igualdad real» y Vox se aísla

DOMÉNICO CHIAPPE

MADRID.

Martes, 9 de marzo 2021, 02:30

Montero inauguró el acto agradeciendo a las «mujeres que sostienen la vida» en un año «especialmente difícil», y reivindicó a las que «vinieron antes» en la lucha por sus derechos. Bajo el lema 'Por ser mujer', Montero aseguró que, aunque «siempre ha habido mujeres en primera línea» de la defensa de la igualdad, «no ha habido Gobiernos dispuestos a reconocer la hipocresía» social sobre la que se sostiene el sometimiento de género. «La agenda feminista se necesita», dijo, y exhortó a mostrar la «poderosa fuerza que tenemos las mujeres cuando nos juntamos codo a codo para defender la vida».

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Feminismo transversal

Antes del turno del presidente de Gobierno, hubo lecturas dramatizadas, como el de la actriz Daniela Santiago, protagonista de 'La Veneno', que defendió a las que están «fuera del círculo que la sociedad define como mujeres aceptables». Luego, en su turno de palabra, Sánchez respondió que «no sobra nadie (en la lucha feminista), todos son bienvenidos». Y advirtió que «la brecha de género se ha profundizado más que nunca» durante la pandemia. En este sentido definió su gestión como «progresista y feminista», y reconoció una «deuda» hacia las mujeres.

Aunque dio la razón a Montero en que el machismo era una «desigualdad estructural», Sánchez dejó un mensaje para Unidas Podemos al enfatizar que el feminismo es un pilar de su Gobierno, más allá del Ministerio de Igualdad. Dijo que las «competencias» a favor de la mujer y la «perspectiva de género» están en «todas y cada una de las áreas» y que el feminismo «no se define sólo por las leyes y medidas de igualdad, sino en materia de política económica, medioambiental, educativa».

Sánchez insistió que sus palabras tienen reflejo en los «hechos» y en las «medidas cumplidas». Además de la paridad, «hemos recuperado el Ministerio de Igualdad y lo hemos dotado de una partida récord de 403 millones de euros, un 157% más» que en las cuentas anteriores. Y, directo a Montero, dijo: «Estoy convencido que dentro de poco podremos aprobar esa ley del sí es sí, para que sólo sí sea sí». Finalmente selló el armisticio atacando al enemigo común, la ultraderecha y «su discurso de odio». «No se limita a frenar avances -señaló- sino que propugna una vuelta atrás, a los tiempos de la sumisión de la mujer al padre, al marido, al jefe».

A pocos metros de allí, el presidente del PP, Pablo Casado, participaba en el foro 'Mujeres pioneras'. «El 8-M es un símbolo de lo que el Gobierno hizo mal: ocultó las alertas y puso en riesgo a miles de mujeres», en referencia a lo ocurrido hace un año. Y mantuvo que la coalición en el Gobierno no puede apoyar «la defensa de las mujeres», al estar dividido internamente.

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En la lucha por el «feminismo liberal» y sin aceptar «lecciones» de Vox, Casado defendió un escenario en el que las «mujeres no se enfrentan a los hombres, ni los hombres a las mujeres»; y abogó por la «igualdad real», algo en lo que coincidió con Inés Arrimadas. Quien cumple un año al frente de Ciudadanos criticó en Twitter el «negacionismo carca de unos y el sectarismo lamentable de otros», en referencia a los extremos políticos. Por su parte, y a través de varios portavoces, Vox pidió eliminar el Día de la Mujer para crear un «patriótico» Día Nacional de las Víctimas del Coronavirus.

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