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Belén Aguirrezabalaga (en el centro), directora de las jornadas sobre vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria que se desarrollaron en Gijón, con los ponentes del programa. ARNALDO GARCÍA
Los pediatras aconsejan vacunar a los varones del virus del papiloma humano

Los pediatras aconsejan vacunar a los varones del virus del papiloma humano

«Se evitan desde verrugas genitales a cánceres». El problema para las familias con chicos es que no está financiada y las tres dosis superan los 500 euros

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Sábado, 8 de febrero 2020, 01:38

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No hay que pensar en el virus del papiloma humano (VPH) como una patología exclusiva de mujeres, porque no lo es. Tampoco como una patología asociada únicamente a conductas sexuales de riesgo, porque no lo está. Fueron dos de los mensajes que ayer calaron en la VII Jornada de Avances en vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), que por primera vez se celebró en Gijón, con la asistencia de un centenar de profesionales. «No entiendo cómo se vacuna a la mujer y no al varón cuando éste también es portador, también transmite y también hay cánceres, como el de la cavidad orofaríngea, el de pene o el de ano relacionados con el virus del papiloma humano. Espero que, ahora que tenemos un Ministerio de Igualdad, se les incluya en breve en la vacunación», manifestó Raúl Ayala, enfermero pediátrico en el centro de salud Sardinero de Santander. Por eso, en las consultas de pediatría se insiste en la recomendación de vacunar frente al virus del papiloma humano también a los varones.

«Hay ya muchos países en lo que se indica la vacunación sin distinción de género», anotó la pediatra Belén Aguirrezabalaga, directora de la jornada. No es el caso de España, donde ninguna comunidad autónoma financia la profilaxis en el caso de adolescentes varones, aunque el parlamento andaluz aprobó el pasado mes de noviembre una proposición no de ley en la que insta a la Junta a incluir en el calendario vacunal a los varones de doce años.

«Los equipos pediátricos tenemos la obligación de informar a los padres y es su decisión vacunarles, con el añadido de que lo tienen que financiar ellos de su bolsillo», expuso Aguirrezabalaga. El problema para muchas familias asturianas en esa situación es elevado coste de las vacunas: las tres dosis indicadas para los adolescentes por encima de los quince años suponen un desembolso superior a los 500 euros.

«El 80% de la población entra en contacto con el virus en algún momento de su vida». «Lo más habitual es que no dé ningún tipo de síntoma», reconocen los expertos

Hoy por hoy solo se financia para las niñas -en Asturias, a los diez años; en el resto del país, a los doce- y los grupos de riesgo: pacientes con síndrome de Whim, mujeres de cualquier edad a las que se haya sometido a tratamiento escisional, hombres que tienen sexo con hombres, pacientes con VIH y personas en situación de prostitución. En estos tres últimos casos, la vacuna debe suministrarse antes de los veintiséis años.

La pauta en menores de quince años son dos dosis (una inicial y otra a los seis meses) y tres en el caso de los mayores de quince años. Con la vacuna del virus del papiloma humano, recordaron ayer los expertos reunidos en Gijón, se evitan «desde verrugas genitales a cánceres» e, insistieron, «es cien por cien segura».

El virus del papiloma humano, la enfermedad de transmisión sexual más prevalente, puede provocar lesiones en los genitales, pero también en el ano o la cavidad orofaringea. Y «lo más habitual es que no dé ningún tipo de síntoma», advirtió el médico internista del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona Adriá Currán.

Coincidió con el ginecólogo Jesús de la Fuente en la necesidad de desterrar la estigmatización de la patología asegurando que «el 80% de la población entra en contacto con el virus en algún momento de su vida». Currán aportó otro dato: el 49% de las infecciones se dan en jóvenes de entre 15 y 24 años.

Cribado entre 25 y 65 años

En cuanto al cribado de cáncer de cérvix -en España, el sexto más frecuente en mujeres-, el Ministerio de Sanidad aprobó el pasado mes de julio una orden en la que da un plazo de cinco años a las comunidades autónomas para implantar el cribado poblacional a mujeres de entre 25 y 65 años. Para las menores de 34 consistirá en una citología -cada tres años- y en un test para detectar el virus del papiloma humano de alto riesgo para las mayores de 35. Si el resultado es negativo, se repetirá a los cinco años, y si es positivo, se hará una citología. En este sentido, De la Fuente advirtió ayer de que un test negativo no significa la no presencia del virus. Para las personas inmunodeprimidas, el cribado se realizará a partir de los veintiún años y consistirá en una citología anual.

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