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EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Jueves, 10 de junio 2021, 02:00
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Al timón, Ángela Pumariega. A órdenes, su tripulación: un total de 90 mujeres vinculadas a profesiones marítimas que van rotando a bordo desde que el pasado 4 de junio comenzara la VI Travesía 'Navega el Camino'. Así hasta que el 19 de junio arriben en Vilagarcía de Arousa, donde desembarcarán para terminar a pie el Camino de Santiago. El martes culminaron una de las etapas más duras: salieron de Santander a las seis y media de la mañana y llegaron a Gijón a las nueve de la noche.
Tras un merecido descanso, ayer protagonizaron un encuentro en el Salón de Recepciones del Consistorio, donde la concejala de Derechos y Bienestar Social, Natalia González, aseguró que «una iniciativa como esta, que sirve para visibilizar a las mujeres en un sector muy masculinizado, es interesante y además valiente».
A continuación, Patricia Alcubilla, 'coach' y coordinadora de la travesía, incidió en su objetivo de «dar visibilidad al sector para que nuestras jóvenes tengan la posibilidad de visualizar nuevos caminos». «Estoy encantada con el recibimiento de Gijón -añadió-. La Real Liga Naval Española nos regaló una metopa, visitamos el Centro Oceanográfico y hemos generado sinergias para en el futuro poder lanzar alguna boya desde los veleros de recreo y seguir ayudando a esa ciencia de la ciudadanía». «No somos navegantes muy expertas», reconoció, pero cuentan con una capitana excepcional.
«Para mí es muy especial tener esta acogida en mi ciudad», aseveró la medallista olímpica Ángela Pumariega, también edil del PP, quien destacó que «estas jornadas son muy enriquecedoras».
Con ella coincide Mercedes Pardo, madrileña y directora del Instituto Marítimo Español que navega el Camino por cuarta vez, aunque nunca hasta ahora había realizado una etapa con tantas millas. «Es una experiencia increíble. Somos peregrinas del mar y en el camino estamos conociendo a mucha gente y compartiendo vivencias», relató. Para Ana Romo, ingeniera naval que trabaja en el astillero de Santander, «era necesario vivir algo así, sobre todo por la riqueza de conocer a estas personas».
«A bordo se crean relaciones entre mujeres de perfiles y edades dispares: ayer embarcó una investigadora del IEO, pero también tenemos rederas, gerentes de empresas náuticas, abogadas de derecho marítimo...», apostilló Rocío Ibarra, zaragozana encargada de la comunicación a bordo. «Al final, ¿cómo una niña va a elegir convertirse en algo que no ve?», reflexionó.
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