La plataforma médica continúa presionando y advierte: «Nuestras reivindicaciones no son económicas»

El preacuerdo alcanzado ayer entre el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) y las organizaciones sindicales no cambia, para nada, las reivindicaciones de la plataforma de médicos críticos con la nueva reorganización de las Urgencias de Atención Primaria. Los médicos de Familia contrarios a las nuevas condiciones de trabajo, que entraron en vigor a finales de febrero con su publicación en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), siguen dispuestos a adoptar medidas de presión entre las que no se descarta la huelga. Argumentan que sus reivindicaciones no tienen nada que ver con las mejoras en las retribuciones económicas alcanzadas ayer por los sindicatos y que, en cualquier caso, también ven insuficientes.

El colectivo, formado por médicos titulares de plaza y que ya se han constituido en una plataforma (Plameta), baraja incluso la posibilidad de crear un sindicato independiente para formalizar su malestar frente al Sespa. La primera medida de presión tomada por parte de estos facultativos en señal de protesta por el acuerdo sobre Atención Primaria ha sido presentar su renuncia como tutores de médicos residentes. Se quejan de que la reorganización obliga a los médicos titulares de plaza a hacer guardias los fines de semana, tarea que venían desarrollando el personal eventual y los equipos de atención continuada y urgencias de los centros de salud. Unos ajustes que suponen un retroceso en sus condiciones laborales y que están causando un gran malestar. «Nuestras reivindicaciones no son económicas, sino laborales, porque el acuerdo implica una pérdida de las condiciones de trabajo que teníamos previamente. Nuestra motivación no es económica, sino de dignidad profesional. Por lo que el acuerdo sindical alcanzado este martes no cambia nada, solo dispersa el discurso hacia otro lado», rechaza Alfredo San Martín, uno de los portavoces.