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Accesos a las playas cortados salvo a vecinos, entre las medidas de los alcaldes costeros de Asturias
Colunga y Villaviciosa lo aplican ya en caso de congestión mientras Castrillón vigilará desde mañana con socorristas la distancia social
RAMÓN MUÑIZ / GLORIA POMARADA / BELÉN GARCÍA
GIJÓN.
Lunes, 1 de junio 2020, 02:15
Amenaza de cerrar la playa si sigue apareciendo basura, tecnología para conocer cuánta gente hay, controles férreos de los aparcamientos y petición del padrón o prueba de ser vecino a quien quiera circular cerca. La pandemia ha puesto a los 19 alcaldes de costa asturianos ante el reto de evitar que sus playas se conviertan en focos de contagio y cada uno traza su estrategia. La Federación asturiana de concejos (FACC) les facilitó un borrador de bando que recordaba la obligación de usar las máscaras también en los arenales cuando hay muchedumbres, pero las reacciones se están acelerado tras ver que Cantabria y País Vasco se ponen las pilas y en Asturias la semana pasada el calor se tradujo en «aglomeraciones indebidas», en palabras del vicepresidente del Principado, Juan Cofiño. Esta semana viene con lluvias y margen para trabajar.
Dice el Plan de Salvamento de Playas que en sus 483 kilómetros de costa Asturias tiene 211 arenales pero las más preocupantes son San Lorenzo, Rodiles, Xagó y otras 20 que «tienen una afluencia masiva durante toda la época estival». También hay 22 más donde se dan «afluencia masiva durante los fines de semana». El 19,9% de las playas asturianas son por tanto susceptibles de aglomeraciones.
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El Ministerio de Sanidad ha decretado que en arena y agua de baño sigue rigiendo la obligación de mantener la distancia de «al menos dos metros» y el uso de mascarilla caso de aglomeración. La misión de controlarlo recae en los ayuntamientos, a los que tras tres órdenes ministeriales distintas, se les terminó facultando para limitar el acceso y uso de la playa. Hay dos claves fundamentales: pueden hacer algo por controlar las playas pero no están obligados a ello; si dan el paso, deben atenerse al aforo máximo de cada arenal, que se calculará teniendo en cuenta que cada bañista necesita de «aproximadamente cuatro metros cuadrados».
38 de 72 aforos aclarados
Sanidad dio la indicación y rehusó poner dinero. El Principado asumió el trabajo técnico de determinar el aforo de las 72 playas en las que en verano pone servicio de Salvamento. Tiene el cálculo ya de 38 y confía en cerrar las restantes esta semana para pasar todos los números a los alcaldes. La Consejería de Presidencia ultima también una campaña para sensibilizar en el uso adecuado de los arenales, facilitará material informativo que colocar en cada playa y trabaja con Cruz Roja para impartir una formación no presencial a los socorristas de la temporada.
Mientras llega ese auxilio, los alcaldes avanzan. El primero fue el de Villaviciosa, Alejandro Vega, quien se reunió con la Delegación del Gobierno para reactivar ya este pasado fin de semana el dispositivo especial de tráfico. En cuanto la Policía Local o el personal de Protección Civil detecta que Rodiles empieza a llenar, dan aviso a la Guardia Civil para que impida el acceso a la zona, salvo a los vecinos.
Es la estela que acaba de seguir Colunga, al anunciar que «los días en que, por buena climatología, sea previsible mucha afluencia en las playas, se establecerán controles en los accesos, pudiendo prohibir la circulación hacia las playas, salvo que se acredite la condición de residente en núcleos de población en las vías de acceso» a las mismas. El Consistorio que rige Sandra Cuesta ruega a los vecinos que, además de toalla y bronceador, «lleven en sus desplazamientos la documentación correspondiente que pueda acreditar su domicilio o residencia» para mostrarlo al guardia civil o policía local de turno.
El papel de la Policía
Son ya dos los concejos con medidas para restringir el disfrute de la playa a los vecinos en caso de aglomeración. El resto de momento busca la fórmula para hacer cumplir el aforo máximo.
Castrillón ha encomendado esa tarea al retén de socorristas que desde mañana empezarán a vigilar Salinas y San Juan. Caso de aglomeración darán parte a la Policía Local. En Gijón a los socorristas que se desplegaron en las tres playas urbanas se les pide que vigilen las distancias en las zonas de baño, a la espera de que el consistorio reclute a entre 20 y 30 personas para controlar los accesos y el lunes de la semana que viene se estrene un sistema informático capaz de precisar cuánta gente hay en la playa.
El Consistorio que rige Ana González es el único que se echa en manos de la tecnología. Ribadesella confiará en los socorristas pero delimitará Santa Marina en colores, para que desde megafonía se pueda dar avisos a quienes están en esa zona de la playa. En Caravia la regidora Salomé Samartino no descarta aplicar «sistemas», si bien por el momento ve que la distancia se respeta y considera que «tener los aparcamientos controlados con personal también sirve».
La mayoría se dice a la espera del apoyo del Principado y sin recursos, o rehusan poner dinero de los vecinos en playas que usan también los foráneos. Los hay como Carreño, que habilitó tres zonas verdes en Candás para tomar el sol y descongestionar la playa. O Cudillero, que amenaza con cerrar la playa si los bañistas siguen dejando guantes y vasos en la arena.