El Principado «está de acuerdo» con la subida del precio de la sidra

Reflejar la calidad en el precio es la forma de «incentivar el buen trabajo en los lagares», defiende el consejero, quien aplaudió la labor de la Denominación de Origen (DOP) Sidra de Asturias por «trabajar duro para que, cada vez más, calidad y precio tengan una relación». Si bien la principal causa de la actual subida del precio de la sidra tiene que ver con la inflación, como lo dejaron patente tanto el consejero, como el presidente del consejo regulador sidrero, Guillermo Guisasola. Calvo insistió en que «hay que normalizar que cuando aumenta el coste de las materias primas, como lo estamos viendo en todos los productos de alimentación en los últimos tiempos, tal subida se transfiera a la venta al público». La prueba está en que no ha sido la bebida asturiana lo único que ha subido de precio en lo que va de año, sino que esta está siendo la tendencia en todos los productos de alimentación. «Veremos qué es lo que sucede después de verano y cuando esta situación empiece a amainar, que ya lo está haciendo como demuestran las tasas de inflación mensuales», anunció el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial.

Que el incremento de precios repercuta en el campo está por ver. Calvo abordó la cuestión haciendo referencia a la «necesidad» de que suba el agricultor reciba más dinero por la materia prima, aunque también ahondó en que como sucede cada año se trata de una relación entre oferta y demanda. Guisasola, que además de presidente del consejo regulador es cosechero, incidió en que el precio de la manzana «debería subir» porque no lo ha hecho todavía como sí lo ha hecho ya la sidra y que «este año se debería, además, compensar la diferencia», pues los agricultores llevan todo el año afrontando gastos que en muchos casos se han duplicado aun con precios pactados durante el ejercicio anterior. «Es importante lograr un buen acuerdo porque es la forma de que más gente se anime a plantar y de que tengamos más manzana para seguir creciendo», defiende.

Los números les avalan, pues de momento, en cuanto a la producción, van un 20% por encima del año pasado. «El consumo ha subido, si en el otoño no hay bajón, esperamos acabar el año por encima de la barrera de las cinco millones de contraetiquetas», expuso Guisasola, al tiempo que apuntó que «prácticamente hay sidra con denominación en todas las sidrerías, pero me sorprende encontrar establecimientos que aún no tienen claro en qué se diferencia la DOP Sidra de Asturias». Su objetivo ahora pasa por conseguir introducir sus marcas en la restauración en general y también en los hogares, en lo que la sidra espumosa jugará un papel destacado. «La DOP Sidra de Asturias es un ejemplo de éxito. El crecimiento es continuo y estamos capacitados para abordar nuevos mercados», insistió Calvo, quien ve como objetivo que todas las manzanas que se producen en Asturias se certifiquen.

Lo dijo antes de reunirse, en privado, con los máximos responsables del consejo regulador -además del presidente estaban el vicepresidente, Víctor Ramos, y la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Begoña López, y de visitar la exposiciones 'La cultura sidrera, esencia d'Asturies. Conexión natural' instalada en el pabellón del Principado.